Además de los Pichi de la Floralis Genérica, existen otros seres invisibles al ojo humano del llamado Panorama Diminuto. El Panorama Diminuto es, precisamente, aquellos seres que habitan éste mundo y cualquier otro mundo con una altura menor de 17 centímetros aproximadamente (es un promedio que varia). El Panorama Diminuto, como lo denominan los tutores del mundo, se dividen en dos grupos: El Panorama Diminuto Visible (los seres vivos de ése tamaño que ven los seres humanos) y el Panorama Diminuto Invisible (los que el ser humano no puede ver).
En el Panorama Diminuto Invisible (PDI), al igual que toda la vida, existen varios seres cuyas intenciones o propósitos de existencia van desde buena, indiferente y mala; algunos simplemente existen sin más explicaciones que la existencia misma y otros viven entre propósitos morales qué según la perspectiva se podrían acusar de buenos o malos mutuamente.
A continuación, haré una crónica con la descripción aproximada de algunos ejemplos de seres del PDI, recordando que la descripción no es exacta e intenta ser lo más gráfico para que la mente humana lo entienda (es como describir un color nuevo que no podemos ver).
Comienzo con Los Kitomos que son unos «insectos» voladores pequeños de color violeta brillante con orejas largas puntiagudas como de conejo, ojos como de cabras de iris amarillo, que poseen un pico de colibri y, en su interior, una «probóscide» ondulada que sacan de su pico moviendola según el sonido ambiente. Tanto su probóscide como su aleteo se mueven al ritmo de estos sonidos ya que se alimentan de los ruidos, mientras mas ruidos mejor; cuando alguien aplaude o estornuda aletea para los costados rápidamente, cuando los pajaros cantan vuela según sus cantos y así con cada ruido. Esto es como si a los humanos nos empujaran de aquí para allá y en cada empujón nos den comida en la boca. Los Kitomos no pueden evitar este eterno sufrimiento del ruido, pero a la vez es su fuente de alimentación. Textualmente, usan la probóscide para «chupar» el ruido con movimiento espiral.
Los Chkpak son unas «gelatinas» de color celeste transparente con formas de nube, con rostro de nutria que rebotan para movilizarse y solo se alimentan de agua. Viven emitiendo el sonido «chkpak» y se comunican repitiendo este sonido con distintas variantes saltando o rebotando. Rebotan y pegan saltitos gracias a su liviano cuerpo que solo necesita de un pequeño impulso presionando su propio cuerpo. Los saltos también son una comunicación ya que lo interpretan como un «pak» dentro del constante lenguaje que solo tiene tres letras que son: «chk», «pak» y «chkpak». Combinan estás letras escuchándose ejemplos como: «ckpak pak chk chkpak». Cuándo se aburren, suelen absorber mucha agua y soltarla desde su boca para regar plantas, ayudando al ecosistema. Eso sí, no insultes a un Chkpak o se sentirán ofendidos y se alejaran de tu presencia por agraviar el honor de su amabilidad, declarandote ser vivo no grato hasta que les pidas perdón acompañado con una ofrenda de agua (ya sea agua en recipiente o de cualquier forma). Los Chkpak te perdonarán si te disculpas sinceramente con un recipiente con agua, pero solo por última vez, tal vez te perdonen más veces si el agua es mucha, pero que sea la última vez (realmente no les queda bien ser rencoroso y lo saben).
Los Utequt o Utekute son unos seres de plumas de varios colores con cuerpo de «mono» y cabeza de «perro». Así como los monos y perros tienen el pelaje, los Utekute tienen plumas finitas como si fuera pelaje. Realmente, no vuelan con esas plumas y solo las usan para el camuflaje. Los Utekute se alimentan del espíritu del favor, sí, literalmente hacer favores y agradecimiento es su alimento. Para que se comprenda esto hay que explicar lo siguiente: los sentimientos largan unos «aromas del alma» o «olores del alma» que no podemos percibir. Por ejemplo, los humanos olemos un perfume y reaccionamos según el gusto; «nos alimenta» si un olor nos gusta y nos hace vomitar un olor feo. De esta manera, los Utekute huelen con su nariz los olores que emanan las almas o espíritus de los seres vivos y «prueban» o «saborean» con su lengua el olor. Esto, por supuesto, no hace daño a ningún alma o espíritu ya que es como el olor de la transpiración humana, nadie muere que se alimenten de ella por que son reacciones químicas. Algo así sería en el plano espiritual, mientras más favores hagan los Utekute a los seres vivos, más emanan agradecimiento y felicidad; a más «reacciones químicas espirituales positivas» mayor es la emanación y, por ende, más alimento. Los Utekute ayudan a desde una planta que tiene que crecer hasta llevando agua a los animales o ayudando en la fortuna de los seres vivos en general; todo aquello que no signifique el sacrificio de otro ser vivo, ya que eso sería como oler-comer excremento para los humanos o algo parecido. Los Utekute se comunican repitiendo y variando palabras o letras, como por ejemplo: «ute», «utikuti», «kuti», «utekute», «ut», «utequt», «u-utekut», «kut», «kut-ut», y otros ejemplos más.
Las Uimpap son unos «caballitos de mar» voladores, unos seres con forma de caballitos de mar y alas de gaviota. Las Uimpap son de color camaleonico, generalmente usando colores verdes, que cambian de color según el paisaje o lugar que están. Las Uimpap se alimentan de los elementos cuánticos «rebeldes» que ponen en peligro la existencia o desordenan el orden establecido. De igual manera, las Uimpap no comen todos los elementos cuánticos que rompen la segunda ley de la termodinámica o que sean «rebeldes», sino que solo se comen a aquellos elementos cuánticos cuya rebeldía no puede volver a reincorporarse a su estado anterior. Las Uimpap intentan acomodar los elementos cuánticos perdidos o que tuvieron un rumbo rebelde, volviéndolas a su estado natural. Son custodias costantes del campo de Higgs, del eléctricomagnetismo, de la fuerza nuclear fuerte y débil entre otras cosas que fusionan el mundo cuántico. Cada tanto, un neutrino rebelde o electrón se transforman cuanticamente en otra cosa o quieren ir por caminos inadecuados, incluso juntarse para formar un «quiste cuántico». Ante esta situación, las Uimpap se comen esos elementos ya que se volvieron solitarias y peligrosas partículas para el resto del universo. Las Uimpap se comunican con un «pap» o «uim-pap», sólo dos palabras en código binario, un ruido parecido a cuando revienta una burbuja.
Las Wiñowng son una especie de «osos» con tentáculos de un pulpo con la forma física de un «vidrio viviente» con un color que va desde la transparencia vidriosa hasta el ruido estático de un televisor en blanco, negro y arcoiris. Sí, según el caso, es transparente o de color estática viva. Es realmente como ver un televisor con estática. Las Wiñowng llevan su nombre por el ruido que hacen cuando se alimentan de las señales radiales o cualquier señal emitida por sonido o luz que tenga longitud de onda dentro del espectro visible o escuchable. A veces, chupan los parlantas con sus tentáculos aferrándose a ellos y, cuando comen, es cuando tienen ese color estática emitiendo el sonido «wiñowng» que se mantiene constantemente hasta que dejan de comer. Se comunican, comparten alimentos y transmiten información tocándose entre ellos los tentáculos donde también emiten ése sonido de sinterizador que los caracteriza. Son sensibles a las intensas ondas que no pueden absorber y, a veces, pueden estallar o explotar por acumular ondas en una frecuencia intensa. Por eso mismo, muchas veces se refugian en lugares oscuros hasta que tienen hambre. No son agresivos, pero si se ven aturdidos pueden atacar transmitiendo un chirrido que puede reventar cráneos de mamiferos pequeños. Sólo casos contados con los dedos de la mano fueron los de humanos con el cráneo reventado por una Wiñowng.
Los Bqlog son «pelos mojados», algo así como babosas, pero planas y líquidas. Es como si fuera un charco pequeño de pelos que comen pelos caídos de otros animales y telarañas como si comieran fideos. Los Bqlog tienen ojos de pez y boca de mantarraya, que chupan pelos y telarañas con su boca. El único ruido que hacen es el nombre que los caracteriza: «bqlog».
Los Tepatakuto o Tptkuto son unos «papeles» o «valerinas» con cabeza parecida a la de un cuervo, piel de serpiente y cuerpo de pterominos (ardillas voladoras). Los Tepatakuto son carroñeros de parásitos muertos o enfermedades que no logran prosperar, incluyendo virus. Por una parte, son fundamentales para la eliminación de éstas muertes en el mundo microscópico, pero cuando logran llenarse demasiado o, contrariamente, cuando tienen mucha hambre comienzan a querer comer de los «olores del alma negativos». Son pícaros que intentan provocar a otros seres vivos y hacerlos largar ira o rabia, para alimentarse desde su oreja. Realmente, no necesitan ser muy provocativos ya que la ira y la rabia abundan, pero cuando no la encuentran intentan provocarla. Saborean la ira o la rabia tanto para el postre después de comer o para comer cuando no encuentran parásitos y enfermedades. Generalmente, como también abundan los parásitos y enfermedades, suelen alimentarse de la ira como postre. Los Tepatakuto se comunican con variantes sonidos que son: «tepa», «tepatakuto», «kuto», «te pata ku to», «patakuto», «tepata» , entre otras variantes e inclusive intentan imitar los sonidos de otros seres.
Los Egolotate son unos seres brillosos casi microscópicos cada uno de un color distinto que tienen la forma parecida a la hoja de un árbol con ojos y boca en la punta como las de un roedor. Los egolotate se camuflan entre las hojas de los árboles y se alimentan del reflejo que emite el agua o cualquier cosa que haga de espejo. Verán, cuando un reflejo reemite o imita la luz que refleja solo es luz redireccionada, pero los Egolotate se alimentan por los ojos funcionando como si fueran una boca cuando parpadean. Para darnos una idea, es como si el ser humano se comiera fotos y videos. Los Egolotate tienen la capacidad en sus retinas de transformar esas imágenes en un complejo compuesto digestivo y dependiendo de como se hayan alimentado en su nacimiento tendrán un determinado color de piel, ya que al nacer son de color blanco. Los Egolotate se suelen comunicar con variantes sonidos que son: «tate», «ptsh», «Ego», «gotate», entre otros ruidos. Por supuesto, además de hacerse pasar por hojas, pasan desapercibidos como si fueran brillitos de luz.
Los Tuku-Tukú son unas «serpientes encadenadas» de color gris ferroso, muy pequeñas. Tal cuál como lo describo, parecen cadenas en miniatura con cabeza de pinza o pico de loro (las herramientas humanas) y tienen ojos de color rubí. Los Tukutukú se arrastran en búsqueda de minerales de todo tipo para comérselo, ya que se alimentan de los compuestos minerales. Al principio, no emitían sonido alguno y les costaba mucho la búsqueda de estos minerales, incluyendo el hecho de que estuvieron a punto de desaparecer. Cuándo los humanos hicieron la Revolución Industrial, los Tukutuku resurgieron poco a poco alimentandose de chupar los hierros y metales que extraía el ser humano. Cuándo se alimentan dejan una oxidación en el metal. Los Tukutuku empezaron a mudarse en cercanías fabriles y, sobre todo, en vías de trenes donde adoptaron el sonido característico del tren. Desde que existen los trenes, los tukutuku empezaron a imitar el sonido que hace el tren y se comunican de esa manera cuyo sonido es «tuku» y «tuku tuku». Se dice que los Tukutuku provienen de una independencia evolutiva del adn, por su forma encadenada, y que fueron creciendo alimentándose de cosas que inorgánicas; aunque realmente esto no está completamente asegurado y es una hipótesis. También se los llama «Cadenas de trenes».
Las Ktsš o Qatsú son como unas «jirafas» con una larga composición vertebral de «plumas de pasto» que van desde su cabeza hasta su larga y abundante cola. Se llaman así por el arrastre de este «pasto» cuyo sonido es el de «Ktss», parecido al ruido que hace una escoba al limpiar. Los Pichis se relacionan con ellas y suelen ponerles montura para cabalgarlas. Las Ktss se mueven muy rápido y suelen ser pasadas desapercibidas por un cúmulo de pastos moviéndose. Al igual que el sonido de su arrastre, las Ktss se comunican con el sonido «Ktss» y dependiendo del arrastre de la «s» en el sonido es una palabra distinta. Las Ktss no tienen las patas como las jirafas o los mamiferos, más bien tienen patas como de lagartija y su color de piel es verdoso. Las Ktss se alimentan de raíces muertas o palitos pequeños y ramitas que se cayeron de los árboles, comiéndoselas como los pandas comen bambú. Hay que aclarar que no comen los vegetales vivos, solo comen la madera ya caída o muerta.
Los Kgoto-goto o Kgoto son unos «unicornios» con 2 «marfiles» pequeños en su mandíbula, cabeza y pelaje en forma de llama o guanaco, cuerpo de lobo marino, patas de una gaviota o pinguino y aletas con manos parecidas al humano, pero pegadas entre sí (manos con membrana o palmeadas). Los Kgoto-goto comen el limo o lodo que se forma en los ríos y trabajan haciendo causes o afluentes de esos ríos cuando están tapados. También son artesanos del barro y comerciantes de esas artesanías o de lo que encuentran cerca de los ríos y, sinceramente, tienen una forma de ser de desgano absoluto. Cada vez que uno comercia o se comunica con un Kgoto-goto su sonido comunicativo es el de un suspiro, cuyas ganas de vivir realmente no son envidiables; aunque sí son graciosas (debe ser por el aburrimiento de comer lodo constantemente). Viven jugando con sus dedos del aburrimiento y apoyando sus manos en la cabeza, bostezando a cada rato. Cuándo se comunican suelen emitir un «Fff» seguido de un «Kgoto-goto» o «goto» variando los ruidos y sonidos que emiten. A pesar de sus pocas ganas de existir, los Kgoto-goto son amables en la recepción (aunque no lo parezca). Nunca se quieren levantar y cuando se levantan tiran suspiros de desgano. Simplemente son así, sí se los respeta entendiendo como son no te tratarán mal, pero si te ofendes con su forma de ser (por desconocimiento) te van a echar o, en el peor de los casos, embestir con su cuerno.
Los Anaki son una especie de «escarabajos» de color negro y ojos con forma de pajaro. Al igual que los escarabajos comunes, tienen un cuerno en forma de «T» cuya longitud es más larga que su cuerpo (casi el doble); tienendo varias «T» dobladas o ramificaciones a lo largo de su cuerno. Su piel es un pelaje de plumas, aunque no sabe volar y suelen tener marchitas rojas redondas. Los Anaki se alimentan del hedor que dejan los huesos muertos y custodian los cadáveres. Por su larga tradición con los cadáveres, los tratan como seres vivos y muchas veces intentan jugar con ellos o ponerse los craneos de los cadáveres como casco emulando la vida de los difuntos. Suelen simular batallas con sus cuernos o jugar a los espadachines con huesos, poniéndose los cráneos como cascos. Incluso, cuando se alimentan del hedor de un solo cadáver por mucho tiempo, toman la personalidad del difunto como propia viéndose afectados mentalmente tratando de ser ese difunto cuando estaba con vida y, los que mantienen la cordura, les hacen honores y ofrendas florales al cadáver; creciendo de los huesos del cadáver flores y plantas. Su único ruido o sonido comunicativo es el famoso «nk» o «nki» que hacen mientras juegan.
Estás fueron algunas de las especies del Panorama Diminuto Invisible que me han llegado hasta el momento, pero seguramente hay más. De algunas solo me han llegado solo sus nombres, pero no tuve más información que eso y las anoté para un futuro en otro notario. Denominaré estas anotaciones como Crónicas del Panorama Diminuto Invisible y sus naturalezas I o Las Crónicas de Honsud sobre el Panorama Diminuto Invisible y sus naturalezas: Tomo I. A medida que agregue más iré sumando tomos. Mi nombre es Honsud y soy un naturalista de lo invisible. Guardo y archivo en mi biblioteca de antigüedades hasta que alguien decida creerme.
Honsud – 11 de Noviembre del año 1780 d.c. – Buenos Aires
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