En la Vida hay comportamientos que no se deben aguantar, se debe poner límites y dejar de tragar veneno con algunas personas, así como César, un joven soñador y trabajador cansado de un mal día, en el cual se aprovecharon de él, perdió dinero y lo despidieron dio un paseo por la calle después del almuerzo, cerca del parque había unas mesas de ajedrez donde visualizo a un anciano con el cual al verlo se acerco entre pestañeo y pestañeo el anciano le dijo que pasa? pareces angustiado, César compartió sus preocupaciones con el anciano, el anciano le dijo: hay comportamientos que pueden ser dañinas y no debes aguantar pueden ser dañinas, ya que recuerdo, mi padre Frank JR. una vez me contó que cuando estaba angustiado recurría a mi abuelo, el gran Frank un hombre sabio y valiente el cual te decía las cosas de frente y sin rodeos para que no sean alejadas de la realidad si te desengañes , el era así ya que el tuvo una infancia difícil porque cuando fue niño perdió a su padre Roger, y su abuelo Sam el cuan tuvo a Roger de una edad mayor y fue su único, tuvo que velar por Frank y cuidar de el muchas veces y siempre le instruía por el buen camino aunque por ser anciano no tenía mucha memoria ya que era muy anciano pero con muchas vivencias de las cuales resalta una en especial que es el enseñar como un día se salvo de estrellarse con su auto por un parpadeo, ya que tuvo una mala noche y desde ese día el fue muy responsable, Sam se llamaba igual que su abuelo y el no se olvidó eso ya que se lo enseñó su padre y abuelo a temprana edad, aunque el papa de Sam, Carl no tuvo auto sino caballos, y en esa época se desplazaba con caballos y el para de Carl era experto montando caballos se lo enseño Sam el cual fue un hombre valiente y de fuerte carácter, cesar entendió que la experiencia de un abuelo puede ayudar en la vida, Así como Frank aprendió de Sam y Sam de Sam, Cesar mirándose la manos pensó en su abuelo con el cual no había conversado desde niño y recordó que este estaba en el cielo exclamo Ja! y al devolver la mirada a aquel anciano este se desvaneció en la oscuridad, luego de aquel largo monologo cesar miro al cielos por unos segundos y en un bre pensamiento se angustió y al consultar a la mesa de alado le dijeron que no hubo ningún anciano. Le preguntaron si estaba bien, ya que habían visto a Cesar por horas mirándose las manos cuales estaban sobre sus rodillas, y luego mirar al cielo, entonces volvió a exclamar ja! agradeció y salió del lugar diciendo gracias, entonces fue inmediatamente al aeropuerto a recoger a su abuelo y abuela ya que su vuelo estaba por aterrizar y el estaba entusiasmado por conversar con su abuelo.
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