¡Oh!

                            ¡Oh!

                             Por 

                     Alberto Peña 

Desde esta esquina del bar, veo y escucho todo: todos conversan y se cuentan sus penas. Este es un buen lugar para extraer material…

Poema: 

Yo nací en el lado oscuro de la luna, 

mis ojos son dos esquirlas del universo y con ellos miré las estrellas…

El universo me pertenece por derecho de nacimiento,

La tierra y toda su belleza me pertenece por derecho de nacimiento.

Frases: 

1) Dios creó a la humanidad y no fue a la universidad.

2) Besé el coño de la muerte y lo encontré amargo.

¿Por qué me permitió seguir viviendo si mi muerte es inevitable? Ya no importa que camino elija… todos me llevarán a las fauces de la muerte.

¿Por qué me permitió seguir viviendo? Porque me gusta la comida, el sexo y los buenos libros. ¿Qué más? Los gatos, los perros y el aroma de las flores. ¿Soy gay por qué me gusta el aroma de las flores?

Dicen que el tiempo lo cura todo. No creo. El tiempo devora todo. Somos alimento del tiempo y la muerte nos trae la paz que a diario deseamos…

-¡Tú!

Un hombre armando ha entrado al bar,esta nervioso y no tiene pinta de ladrón, parece más un oficinista. Los demás clientes del bar y los empleados han alzado las manos y están rogando que no les disparen, se están cagando de miedo. Creo que soy el único enfermo que no tiene miedo.¿ Que tan dañado estaré para no tener miedo a morir?¿Debo adoptar la misma expresión de ellos y levantar las manos?

-He venido por él – les dice a los demás y al mismo tiempo me señala con el arma -, no por ustedes. 

  Así que ha venido por mí. ¿Por qué? No recuerdo haber matado a alguien, amenazado o extorsionado. A veces tú sola existencia es un peligro para alguien. 

El hombre le ordena a los empleados que cierren las ventanas del bar y la puerta de entrada. Podría fingir que tengo miedo, pero dejar de ser uno mismo para complacer a alguien más, es faltarse el respeto a uno mismo 

    El futuro asesino se dirije a mí, llega a mi mesa y se sienta.

 Ahora que lo veo de cerca, noto que se está quedando calvo y por un segundo me veo calvo y no me gusta.

-¿Sabes quién soy?-pregunta.

¿Debería decir algo? No lo sé. Soy más de escribir que de hablar. ¿Cuál será el origen de su odio hacía mí?

-No-digo.

Mi respuesta parece alimentar su odio.

-¡He venido a matarte, hijo de puta!

  Soy consciente que mi madre no es una puta y que él no la conoce. 

-¿Cuántas veces? 

-¿Cuántas veces qué?

-¿Cuántas veces te cogiste a mi esposa?

-Me he acostado con muchas mujeres.

  El odio a consumido su razón. Esta decidido…

-Ayer los vi.

   ¿Qué pasó ayer? Hagamos memoria: desperté sin ganas de levantarme, me levanté con ganas de quedarme, le dí de comer al gato y me preparé algo para mí. Las siguientes horas intenté escribir un cuento y solo logré escribir veinte páginas con la misma frase: «caminó por las calles regalando amor y nadie lo sé interesó». Dejé de escribir y leí un libro. Por la tarde considere el suicidio, pero al ver a mi gato:abandoné la idea. Al caer la noche me fuí al bar que siempre frecuento (o sea: aquí). Me acerque a la barra y pedí un trago, a mi costado estaba una mujer, nos saludamos, conversamos, bebimos, nos besamos y nos fuimos a mi casa. No recuerdo haberle preguntado su nombre y tampoco recuerdo a qué hora se fue de mi casa.

-No sabía que era casada- dije-.Me parece que el problema no soy yo, el problema es tu mujer. Yo soy la víctim…

¿Dónde estoy? ¿Qué es todo esto? 

¡OH! 

En el fondo fuí una mariposita que gustaba de la primavera.