“Que tú vengas del cielo o el infierno ¿Qué importa?
¡Oh, belleza!, ¡monstruo enorme, espantoso, ingenuo!,
si tus ojos, tu sonrisa, tus pies, me abren la puerta
de un infinito al que amo y nunca he conocido
De Satán o de Dios, ¿Qué importa? Ángel o Sirena,
¿Qué importa, si tú haces –hada de ojos de terciopelo,
ritmo, perfume, fulgor, oh mi única reina-
el universo menos horrible y menos pesados los instantes?”

Charles Baudelaire


– Frío, humo, libros –

El nuevo invierno viejo
en andas con sus brumosos pasos helados

Y vos allá
en esa lejanía que te magnifica
y me reviste de melancolía
tan oculta detrás de estas pantallas
¡Oh, pantallas de humo!
Cerros, cerrito filtrado en seda

Lejana como Julio
(aunque tan cerca parezca)
con tu ambivalencia
la reyna poeta
que transfigura la tristeza en lo más sublime
y
la flor con los pies en la nieve
pequeña y frágil, solitaria

Flor marchitándose
déjame prestarte mi agua
y un poco del sol
que está muriendo
y como Dios no existe
te amaré mucho más

Escoba cansada de barrer
permítete volar
a riesgo de las hogueras

Sigue consumiendo la Flora
como del café y los cigarrillos
con la Idea
de vivir a pesar de la tanta muerte
simplemente porque no somos de este mundo
para ya no morir de amor sino de ti.


– Nace una flor –

Una flor ha crecido
tan profundo que parece mineral
los libros y la lapicera
fueron su semilla
o quizá siempre estuvo ahí
solo necesitaba despertar

Un cortado y un tabaco para empezar
abrir los ojos frente al rostro de una muchacha
despertar frente a esos ojos rayo de sol

Otros ojos llegaron
lograron revelar su figura tímida
que el posterior invierno llevó a cenizas
consumiendo lo mejor de ella

Apagada ya
solo colillas anaranjadas
años de ausencias
hasta esa luz de pureza

Un alma ¡Eso necesitaba!
La pureza de un alma
que la escuchase gustosa de cantar
y por la cual bailar

Regando cenizas con fuego llegaste
para convertir la flor en ave
Ave de resurrección
pero el resurgir no bastaba
entonces la ayudaste a crecer
a ser consciente de su mortalidad
y así disfrutar de forma única
cada rayo de luz
a amar como si solo hubiese un día 

Mientras el cuerpo se pudre en melancolía
alcohol barato, cigarros y pastillas
-Decantarse con la tragedia-

aquella flor resurgirá
seguirá cantando
                     fuera del ser consciente
                     fuera de todo ojo
                     fuera del mundo
seguirá cantando

Como impulso del alma yo escribo
Como esa flor dentro mío baila y canta
gracias a tu alma pura
  se desvistió de invierno
    se desvistió de cenizas
      se nutrió de danza y canto
        se dejó crecer
          se cubrió de tu luz
            (ella siempre está) 

Para nunca apagarse.

– Flor –

Te sigo buscando en poemas
-Aunque sea estúpido reducirte a eso-
Y encontrarte
Y ver lo que el tiempo ha hecho con vos
duele
profundamente me dolés

Y pienso en querer salvarte
-ridículas ideas de la historia del hombre
  estúpida pretensión-
si sabemos que la salvación
se encuentra en uno

-Corrigiendo-
Te entrego mi mano
para que, en todo caso, te sirva de ayuda
para cuando decidas levantarte
O recostarme a tu lado
mientras el mundo se sigue pudriendo
y admirar la oscuridad de tu cielo

Compartir el silencio en honor a Jaime
o tocar tu boca en este Julio

Jugar al cíclope
mirarnos confundidos
mordernos en ese dolor dulce
disfrutar ese instante de muerte
-tan bella-
de la falta simultánea del aliento

No lo sé
entregarme por completo a vos
ayudarte
-como lo haces conmigo-
salir del barro juntos
sin olvidarlo
porque de él venimos y a él vamos

Recordarte aquellas palabras verdes y amarillas
-Mañana es mejor-
que no pierdas el hilo, esta libertad
que quizá seas el vestigio del futuro
que conviertas tu llanto en poema
como yo lo intento
deseando verte y que beses mis alas heridas
y viceversa
entregarte mi más preciada cualidad
la soledad

La medianoche pasó
y solo imagino tu aroma
de flor dormida
A estas horas hoy ya es mañana
y sé de la imposibilidad de despertar mañana
y es que te amo tanto
    que no puedo despertarme sin amar.

– Encuentro próximo –

Dejé de comprender mi mundo
                                  toda la vida transitada
la Tierra se detuvo en el instante más bello
besé las alas del éter
me suspendí en las nubes blancas

¿Qué es lo que sucede?
Pregunta inútil
cuando desborda el alma todo esto
-igual de inútil que la meritocracia-
caer en esos pensamientos
solo habla de necedad

Ya te lo dije antes
-voy a encontrarte-
bucearemos nuestra oscuridad
como aves en el cielo nocturno

Me perdí
para encontrarte
no existen aforismos
ni capacidad de figuración
sentimientos incomprensibles 

Los músculos tiritan
del calor dulce
no logran quemarse
impermeables por el amor
el fuego del sol eterno
la estufa de la casa del invierno

El corazón ha despertado
para revestirse de las telas
que cubran toda herida
de este muerto ayer

La esperanza brota de las flores
tarareando Piazzolla
-Resurrección del ángel-
dijeron
y fue tan cierta tal descripción del momento

Tu encuentro
café, cigarrillos, miradas de eternidad
juegos de manos torpes
la distancia sentándose a morir

La niña con máscara de infinito me espera
detrás de los muros derrumbados de la poesía
transparente cual lágrima
sin nada que la oculte
libre junto a mí
otorgándome la esperada libertad de mi ser

No hay palabras ni formas ya
todo resulta abstracto
o quizá si
solo dos palabras tangibles en el espacio
solo dos, nosotros
solo dos: Te amo.

– Tarde errante del no encuentro para encontrarnos –

Ausencia saciada por tu aroma a Roma tecnológica
palabras atadiadas por sutiles hilos
manos arrebatadas en la incapacidad intangible
adiccionismo regresivo la búsqueda de la pérdida de la perdida
amalgamarnos abrazísticamente en la profundidad
romper el tiempo espeso por un instante distancias derrumbadas amargor dulcíficado encuentro sin tacto sin vista sin respiración
dolor revopartiéndose
dolor fluctuando entre las manos
olvido moderno afortunado del mal
búsqueda rebúsqueda metabúsqueda
canciones multiformes
letras multilinguísticas
vidas    pasadas del pasado
vidas repasadas del presente
puentes y repuentes y rompientes y repuntes quirúrgicos de soldadura unifícadora untifícador            ufanando ulalar blanco
manos de encuentro cariciosas sin encuentro en espacio solo sueños
charla chirlo charlo charlamos Chernóbil unívoco del alma
entre relatos del metarrelato latos latas palabras sin ausencia y relamidas notas musicales de              verse en espejos de acordes
rejunte salival agrimargulserenotibio
entre verse entre ojos ver-sedimentos entre lechos
recorrido corrido riendo en encontrar la cura de tus males malestares
binómicos astros literamúsicos donde verse el pellejo regastado dado algo
mundo podruidoso de la insalvación sin sal con vacío
la Tierra pisoteando sus flores más inocentes destellantes de humanidad humanicidio
tercas ambivalencias onomatopéyicas de despedida pronto pronta verse al abrir los ojos del
          sueño.

– «No es perfecta, más se acerca, a lo que yo siempre soñé» –

Y si habré soñado
a lo largo de mi existir
con la llegada de algún ángel
que toque suavemente mis manos
o acaricie mi pelo
simplemente
y darme ese resplandor
esa luz que me permita seguir

Desde la infancia
sueño recurrente
el milagro tan anhelado
En la adolescencia
caídas y derrumbes eternos
y seguía soñando con su llegada
Esta temprana adultez
ya pudiendo caminar de vuelta
pero tan golpeado aún
seguí soñando

Y llego el 2020
y entre tanto mal global
sin saberlo, te encontré
Tuvieron que pasar años
hasta coincidir mediante la poesía

¡Oh, milagro sublime de la literatura!
Conectar con alguien por el arte
y que seas vos
dueña de todas mis palabras
          de toda mi tinta
          de todas mis hojas
¡Y cuanto más!

Hoy solo puedo escribirte
pero también leerte y escucharte
y me basta
para seguir luchando contra el mundo

Sigo soñando
pero sé que llegaste
esta vez, sueño con verte
con nuestro futuro juntos
pero hay tanto tiempo
y soy tanto espera

Esperanza mía
el día se acerca a tientas
pero va llegando
lo veo en el horizonte

Tus ojos son el sol y la luna conjugados
en este momento
el viento de la fría noche será tus manos que me acarician dulcemente
¡Y tanto más!

Ángel, milagro, belleza para Baudelaire, luz, esperanza
qué sabré yo de deidades de tu magnitud
me alcanza con saber que llegaste
y que algún día
tus manos serán mis manos
de tanto encuentro

– Encuentro floral –

Belgrano
Cabildo y Juramento
-y me gusta pensar que nos vamos a encontrar-
Amenábar
-y tu alma de diamante-
Monroe y Melián
-y la filosa sombra de palabras-
Lugones
-y tu luna sentimental a pleno día-
Pernambuco
– y Pizarnik claro-
La casa de la Maga
-y rayuelas por la ciudad-
Toda la ciudad nos recibía con nuestra música
                                                  nuestra literatura

¿Quién será más dichoso que yo hoy?
Si vos -Belleza, dueña de todo-
que tenés el mundo a tus pies
me elegiste por un rato a mí
dichosos quienes pueden sentirse únicos
como tanto yo esta tarde

La clarividencia evidenciada
en aquel escrito para vos
y todo fue así
“Café, cigarrillos, miradas de eternidad”
la niña que esperaba en el frío
con su edénica bufanda amarilla

La eternidad se encuentra al dejar de buscarla
abrazo fuerte
caricias
susurros
felicidad y esperanza amalgamados en mi tacto

A la deriva en tus ojos
nadando entre esmeraldas
adentrándome en tu mirada
que hablaba más que todas las palabras

Y las infancias transeúntes
sonrientes y absortas
ante el milagro de la vida
tu rostro diáfano tan vivo

Relojes sin tiempo
cuerpo trémulo, idiota
cielo celesteamor
viento frío de nervios
manos de caricias soldadas de sentimiento

Café sin azúcar
nunca creí beber del cielo
ante los ojos del Dios desnudo
con manos de ángel acariciando las mías

Y tantas palabras
atravesadasenlagargante
tenerte en frente
silencio de tanto que decirte
el mundo se redujo a tan poca cosa

Y mis ojos negro profundo
tan bien definidos por vos
como siempre
la palabra exacta para determinarlo todo

-Recurro a palabras dolinescas-
La soledad después de la plenitud
al despedirnos
el mundo sonreía por vos
Elvis le cantaba a mis pasos desde la eternidad
-Love me tender, love me sweet, never let me go-
y Spinetta
y Piazzolla
y todo lo que amo en el mundo
estaba ahí, en el aire pasando
El Aleph borgeano se unifico con mis ojos
la respuesta a la pregunta filosófica fundamental de Camus
el absurdo de vivir se derretía al verte
la justificación de vivir estaba a mi lado tomando un café

¡Y cuanto más!
Las palabras
se quedan tan cortas ante tu altura
solo dos palabras
-ya las sabés-

– Fumar mirando al cielo –

Después de tantas tinieblas que atravesaste
todo el dolor sufrido
los días son solamente hermosos
(y no hablo de mi mirar)
el cielo solo sabe ser celeste
las nubes son pocas
y solo cumplen su función de decoración
el viento frío resulta cálido
el sol enciende los corazones

El cielo te escuchó llorar
pero también
te vio resistir,
                      levantarte,
                                       luchar

Y ahora solo se permite
presentarse sublime para vos
para darte fuerzas en esta lucha
que algún día acabará

Le devolviste la sonrisa a Dios
    la esperanza al hombre en la humanidad
       el polen a las plantas
          las alas a las aves
               al pasto su verdor tierno
                  los colores a la grisácea ciudad
¡Y cuanto más!

Flor de flores
Corazón de la vida

– Blanca flor –

Jardín de esmeraldas
regado con la profundidad de la noche
irradias tanta luz hoy

El aroma de tus jazmines
junto con el de las malas hierbas
dibuja en la espalda del viento
el más bello poema
con el cuerpo de la tragedia
pintado de la luz primaveral
del mañana más vivo

¿Acaso tus ojos inundan el mundo?
¿Acaso tu rostro es el reflejo del cielo?
¿Acaso tu voz es el cantar de los ángeles olvidados?

Tan solo preguntas
la duda crece a patadas en mi garganta
y mi corazón bombea semejanzas
Mientras la razón no comprende
cómo tanto arte brota en tu alma

Imposible vislumbrar la magnitud de tu corazón
quizá se oculte en tu piel la inocencia de todos los niños
quizá se oculte en tus huesos todos los horrores de la humanidad

¡Ah, basta de pensar!
serás toda la belleza y el dolor
imposibilidad de asemejarte a nada
la búsqueda ha concluido
Dios se encuentra junto al tacto de tu piel

– Confesión –

Mi tormenta enferma ya no susurra, mediante una yuxtaposición varió, ahora son gritos desesperados.

Y te dije tantas cosas, verdades, creencias mías sobre la vida, sigo defendiéndolo todo.
La esperanza sos vos, pero para la vida y yo me hallo hace mucho tiempo muerto.
Quizá el maestro tendría razón al afirmar la muerte como una esperanza.

El delirio y el malestar físico, el mal sueño y el cansancio, la indiferencia y el rechazo, las ausencias y el dolor, el silencio pegado a la piel y la soledad aún más silenciosa.

Difícil confesión ésta, no quisiera cubrirte con mi dolor y que se derrumben mis palabras, porque todavía las creo tanto, solo que con el crecimiento continuo (muy de a poco) también crece la ideología del suicidio (muy de a mucho).

Quisiera pedirte perdón, pero no consigo mi voz ya, dejarte toda la vida que sigo cargando para que puedas seguir y seguir como siempre, anhelo profundamente que consigas todo lo que me contaste, realmente te mereces ese mundo mejor, pero yo nunca pude merecer nada más que abandonos. y la pesadez de la vida solo crece, me hundo día a día, no quiero contártelo para no defraudarte, serás lo único lindo de mi transitar, no fui capaz de cumplirte.

Las piernas se desarman, el alma se derrite, el espíritu nunca estuvo, las manos solo escriben y escriben, estos ojos nuevos son lo único que brilla, pero la oscuridad es tanta y tan espesa que el cuerpo se la apropia.
Me volví incapaz de mentirte, es solo uno de mis múltiples defectos, dicen que debo hacerme al silencio, no puedo, exteriorizo una pizca de dolor: nadie me cree.

¿Cómo seguir andando este camino, si mi relación con la soledad se volvió maltrato físico? Quisiera querer, quisiera poder, hoy por lo menos me rindo ante la madrugada, los días venideros tendrán que soportar mi quietud totalitaria, la cama deberá acostumbrarse a sentir mi peso por horas y días.

No puedo prometerte nada por mí, quizá la luz vuelva y solo sea todo un corte parcial en el barrio, pero realmente no lo sé, y dudo tanto de ese corte, quizá mi cobre se quemó al completo y ahora yace mojado, irrecuperable, tampoco lo sé.

Solo puedo concebir mi muerte porque ya ocurrió, hace mucho.
Necesitaré fragmentos de agosto hasta formar el espejo que me devuelva alguna certeza de lo que ocurre. Una de las pocas que quedan es que estos días no tengo las fuerzas ni el valor para tomar mi vida, sigo siendo un repugnante cobarde.
Así que acá voy a estar para acompañarte igual, aunque sea solo fragmentos pisoteados en el suelo, aunque retenga palabras y se vislumbre algún silencio en mí, pero confía en las palabras del pasado, esas sospechas que te confesaba, confían en que nunca voy a dejarte y en algún momento te voy a encontrar en esa o esta oscuridad.
Te amo.

– Estos ojos nuevos –

¿En qué estrecho pasillo
habré perdido mis torpes ojos?
¿En qué paso perdido
que dio el cuerpo del tiempo?
-Ojos de la niebla eterna-

Debí construirme esos lentes
los del ignorar
los que embellecían falsamente el transitar
hasta perderlos de tan gastados
Debí construirme esos lentes
los de la negrura
los que traían a cada cosa muerte y derrumbe
hasta que me los quitaste

Entonces
viste estos huecos sin visión
para cubrirme de tu tacto dulce
para devolverme la vista en el tacto
Entonces
me diste estos ojos de hoy
alquímica hechicera de la creación
¡Bellos, amados, necesitados, únicos!

Ojos limpios
Ojos cuidados
Ojos reales
¡Ojos nuevos!

Capaces de observarlo todo
la dicha
la desdicha
la dicha-desdichada
la realidad

Hoy puedo ver las gentes
                         las cosas
                         los reflejos de mi alma

Milagroso tu tacto que limpió
tan profunda ceguera incorregible
y ya no puedo sentirme perdido
porque el mapa es tan radiante ante ellos
¡Oh, nuevos ojos!

– Bicho, bebé conmigo –

El cielo se oscureció permanente, las estrellas empapaban con polvo estelar de llanto el espacio sin aire, el sol solo sangraba, la luna se eclipsaba para taparse la cara, el mundo era una ausencia terrible apretándose la garganta, mientras me gritaba tu adiós, el tiempo se detiene, el alquitrán se detenía en el filtro y no atravesaba mi garganta que suplicaba una muerte blanca efímera, el cielo se pintaba con tu tinta para no extrañarte y llamar a lluvia ácida que destrozaría los tejados, no llueve pero llueve, lo sabés, lo sabemos.

Mi piel se quiebra en cristales que reflejan tu recuerdo que ningún viento querrá llevarse, para que estés por siempre acá, la sangre se solidifica apretando los músculos, los ojos solo saben oficiar de líquido gélido abrumante, la puerta abstracta se cierra negando fantasías, empujándome a la realidad de tu nombre de chapa.

Y me enojaré amor mío sin que sea por ti ¿Cómo enojarme con la llave de las puertas del cielo? Quisiera insultarme sin que duela, los interrogantes se agolpan en la piel, el tabaco me escupía su pregunta punzante, atravesando los huesos buscando el corazón que caía en picada a los avernos congelados – ¿Cómo se sigue cuando no queda nada? Cuando solo queda el humo de los cigarros para vestirse. –

Pero la oscuridad ya no penetra, se vuelve un rumor del aire, tan simple, tan frágil, la utilizo para ver los astros, observarlos quejarse tiernamente en los sueños de la ciudad vacía del invierno.

Sabines se equivocaba cuando me planteaba olvidarte.
En un futuro Julio seguirás rondando mis pasos con tu inocencia de niña que tanto esparcías por la ciudad.

Ya lo sabés, tenemos la certeza de la inexistencia del tiempo en nosotros, nosotros que traíamos en los bolsillos relojes rotos para que no nos molestaran.

Tan libres estando juntos.

Y si tengo que hablar de vos hablo también de mí, espejos enfrentados gestando la eternidad en el tacto, te encantaban esos juegos poéticos que no alcanzaban a definirnos, porque no existen ojos capaces de vislumbrar tu figura, es que sos tanto.

Me diste la vida cuando estaba tan acostumbrado a ser cadáver, y no te alcanzó con eso, me moldeaste a la forma de la esperanza, nutriste estos huesos de la fuerza de la historia, tan solo con tu capacidad lingüística ¡Oh, poeta diáfana! dueña de las palabras, creadora de los absolutos.

Y nada puedo hacer contra esto, esto que soy -soy-, solo seguir, vomitarle conejitos con tu aroma a la Tierra.
Y la Tierra, que yo sé que si te conociera te amaría tanto, lo sé, es así, tan solo si pudiera verte en algún fragmento del espejo de mi mirada, de cómo te acaricio el rostro con mi mirar, lo sabrían ellos, los otros, todos, lo sentirían como impulso del alma, te amarían.

Tu tanta lucha el día que partas continuará, pero ya tu espalda no sentirá peso alguno, mis hombros se encargarán de cargarte tibiamente, y transitaré hasta romper ese muro de la eternidad mientras tu nombre me acaricia dulcemente las manos.

Ya no hay caída, ángel mío, estas alas no me lo permiten, éstas que forjaste a suspiros de cariño, ya no caigo, ya no.

Y el té me acompaña a todos lados, en respirar-, en fumar-, en escribir-, y en todo accionar que se tropiece con mis pies, porque te sumergis-té en el océano profundo de mi mente para nadarlo sinfín.

Debo darle la razón a Cortázar con que el libro no se termina nunca y solo se dan pequeñas publicaciones, y mi libro lleva de título Florencia ¡Oh, ciudad mía donde viviré por siempre! toda letra que se escape por mis dientes y gotee de mis yemas te hablará a vos, siempre.

Siempre fue así (y esas cosas, sabemos ambos, son inalterables), entonces serás mi libro interminable que nunca escribiré porque moriré antes y porque la magnitud de tu ser poético es imposible de graficar en planos terrenales.

Debería dormir, el número cinco madrugal me sangra en todo el cuerpo, los labios caen resecos de tabaco, la lengua se ahoga de tanta yerba mojada, pero ya no importa el cuerpo cuando el corazón desborda tanta vida, tantas palabras-puentes hacia vos.

No es una despedida, lo sé, amor mío, en el mañana más tangible podré cobijarme en tus brazos para beber de tu voz angelical otra vez. El universo continuará su derrumbe infinito, pero ¿Qué importa? si la esperanza es el rayo de luz que tus esmeraldas dan a la existencia, me equivocaba y se equivocaban los que descreían de absolutos, llegaste a paso suave a tirar esas mitologías a la basura, y pintar el único absoluto de la plenitud que existe y ese es tu encuentro.

El sueño no deja de arrastrarme y por hoy digo basta a la vigilia para encontrarte una vez más en ese mundo ilusorio del inconsciente y esperarte a que salgas por esa puerta para aplaudirte junto al resto de amantes de la poesía, con los que juntos lloraremos la alegría de tenerte en nuestras estanterías.

Como el Adiós trae sus ropas de tragedia (y las tragedias desaparecieron cuando me lavaste los males a poemazos), solo me remito a darte un «hasta luego», pero los dos sabemos que nuestras dos palabras verdaderas son otras: te amo.

– Flor invernal –

Las puertas de aquel
último invierno
se cerraban junto al siglo
con manos cargadas de polen

Y por esa ventana helada
surgía la más blanca flor
para abrazar el comienzo
de una nueva primavera

Pétalos relucientes de poesía
con la fortaleza
de soportar toda tormenta
anhelando ese libro marcado de sus huellas

Arrancada del Edén
con sus frágiles raíces camina
pintando en las pupilas de los transeúntes
el paraíso que recrea

Regada con pesada oscuridad
solo sabe dar la luz
que el sol
siempre le negó

A pesar de su condición
oficia de árbol
metamorfoseándose
en hojas de literatura

Cuánta ternura verte desplegar tus alas
cubriendo todo el cielo
volviéndote la dueña de todo
-sin saberlo-

Encerrada en esa maceta
de cuatro paredes
aprovechabas el no-techo
para besar las inmortales estrellas

A pesar del 5 cuadrado
que hoy te identifica
te seguiré viendo 28 por la tímida perfección
que se escapa por tus poros

La primavera necesitaba verte
para crucificar el invierno
después que te cobijara
en el pesebre de nieve
y limpiar así nuestros pecados
con el florecer de las prímulas.

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