En 2023 apareció el monstruo…otra vez.
5 años atrás ya habías luchado con él. Fue una batalla dura y larga.
Se te habrá venido el mundo abajo cuando recibiste la noticia, lo supongo, no estuve allí. Debería haber estado.
Pero te vi levantarte con esa mirada que dice que no te vencerá. Te vi ponerte de pie y luchar sabiendo que no estabas sola. Tu familia estaba a tu lado y tu fe en Dios te sostenía. Y a todos.
Te vi dándole ánimo al que se ponía triste por vos. Te vi sonriendo siempre y cantando y trabajando. Te vi enseñando con tu ejemplo, valentía, entereza y con la esperanza siempre en tu corazón.
Guardaste tus miedos y sacaste fuerzas de donde no había, hasta que la buena noticia, la tan esperada llegó. – Se fué.- Y un gran suspiro de alivio salió de todos.
Entonces…5 años pasaron y volvió a vengarse. Más fuerte y feroz. No te dio tiempo a reaccionar. A nadie.
No nos enseñan a lidiar con el dolor, la frustración o la muerte. No aprendimos a acompañar.
Y aunque el monstruo pudo con tu cuerpo, NO pudo con tu espíritu y tu alma. La fe y la esperanza del reencuentro nos sostuvieron.
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