DESGRACIADA PATRIA

Si los pajaritos cantaran de noche
y nuestras rodillas se doblaran hacia atrás,
si el Sol fuese frío
y la Luna calurosa me arrullara, pegajosa,
en el estrepitoso ruido de la nada.

Si las olas empujaran en vez de arrastrar
y las armas revivieran en vez de matar.
Si la sangre significase paz,
significase esperanza.
significase vida.

Si todo eso fuese así:
tal como no es, tal como nunca será.
Tal vez así estuvieras viva.
Es posible, quizás,
que hasta tus olas empujasen y tus avecitas vespertinas fueran.

Imposible saberlo,
ya estabas muerta cuando te conocí,
ya tus llagas sangraban
y tus manos escocían.
No quedaba más que una, ya remota,
risa en tus labios rojos, risa que no oí,
que ni su ruido pude concebir,
ni su ronquera, ni su viveza.

Ya ni tus cabellos rubios
ni tus ojos azules
ni tu mar
ni tu cielo
ni tu luz ni tu aroma;
ni tu amor ni tu desprecio.
Ya no te recuerdo, no te conozco…
Nunca lo hice.

¿Cómo amar a un desconocido?
¿Cómo llorar por él?
¿Cómo dolerse?
Tú me dejaste en el muelle y decidiste ahogarte sola.
Me suplicaste que te esperara pero,
las raíces están por cubrir mi rostro
y no veo burbujas en el agua.

…

Quisiera tenerte compasión y admirarte, quisiera tenerte en la gloria pero sólo te odio, te desprecio y te culpo de mi penuria, te aborrezco, te detesto… Porque yo sí quería amarte.

samy