Final.

Amaneció, ya no hay más llamadas, no hay notificaciones de videos dedicados, no aparecen más notas de cariño en mi buzón. 

El día transcurre lento, me enfocó en lo que más puedo en el trabajo, intento no sucumbir ante el deseo de encender el móvil con la esperanza de un mensaje o mínimo, algo tuyo. 

Me siento triste, no se de ti. Reviso los últimos mensajes, solo para entender, como fue que termino. 

Me dijiste que lo hacías por bien a tu futuro, que mis errores del pasado y mis defectos del presente no calman tu angustia. 

Solo quiero que estés bien te respondí. Dentro de mi te pedía que lo volvieras a pensar.

Si no soy lo que necesitas tienes derecho a elegir, siempre fuiste libre. Dentro de mi solo te imagino mía. 

Ahora ya es de noche, solo veo su coneccion por las redes, esperando que este bien, preguntándome si sentirá la misma ganas de querer verme, si dentro de sí misma, siente estas ganas de buscarme, de decirme que solo fue un rato que sus dudas azotaron su mente de manera negativa muy fuerte, que no era lo que ella sentía, que solo fue un momento. 

Después de ese gracias por todo. Solo quería escuchar el típico por favor no lo tomes a mal, hablemos, no te quiero perder. 

Cuanto silencio, cuanto espacio, cuantas ganas de su compañía, cuantas ganas de verla sonreír, cuantas ganas de llegar y abrazarla, sinceramente cuantas ganas de besar su labios, contemplar sus ojos. 

Como podría decirle que mi vida social era solo ella, que mi vida giraba entorno a ella. La verdad es que no quería que tuviera opciones, la verdad es que siempre quería ser yo la persona que te acompañará hasta el último respiro. 

Te mentiría, no, te mentí cuando te dije gracias por todo. 

Lo que yo quería decirte era, te amo, pero si sientes que te hago daño, perdón, pero nunca nadie me enseñó como debe amarse a una mujer tan bella como usted. 

Si cuando caiga la noche, llega a tus pensamientos las locuras que hice por ti, sonríes al recordarlo, recuerda que siempre serás aquella noche donde el mundo se paralizó y que la canción del Reloj tubo todo el sentido.

Tu y Yo, no nos atrevimos a seguir, ya usted se propuso a olvidarme.