El último milagro

Hijo mío, efectivamente no estás soñando y esta voz que estáis escuchando no se debe a un recurso tecnológico sino a un milagro!.
Te he traído a esta isla junto con muchos de tus hermanos que como tú son los que más amor han demostrado por mí.

He escuchado silenciosamente vuestros rezos durante la muy dura y trágica vida que les tocó vivir, me he embriagado con vuestra profunda devoción pese a los pesares que esta existencia les ha impuesto sin la respuesta que esperaban a sus incontables plegarias. Pero hoy he decidido finalmente recompensaros con un milagro, pero no con un simple milagro, ¡sino con el último milagro!
Nada será comparable al haberos dado la vida. ninguna maravilla de este Universo, ni de ninguno que pueda yo crear puede acercarse a esa capacidad vuestra de amar incondicionalmente y nada puede ser comparable a sentir ese amor, ni siquiera el más absoluto e ilimitado poder; el mismo que me permitió daros la vida. Poder que usaré por última vez para sentir ese amor que me brindáis, pero de la forma más directa y pura posible, ya que no tendréis ninguna esperanza de recibir nada de mi parte a cambio, solo el poder verme como a otro hermano más, como a un hombre común, como uno más de vosotros.

Así podré sentir realmente ese incondicional y genuino amor.
No veréis ahora al hijo de Dios, enviado por mí para cumplir una misión, veréis al mismo Dios, al cual eleváis vuestras plegarias, al Dios que sin haber visto jamás, amáis por sobre todas las cosas. Y sin embargo no verás a Dios, sino solo a otro hermano más, ya que eso es lo que seré.

Este Universo con sus firmes reglas, no necesita de mi existencia para seguir manejándose. Las inexorables leyes de la vida y la muerte, la felicidad y el sufrimiento que tan injustas parecen a muchos de sus hermanos, hoy comenzaré a vivirlas yo también. Yo también sentiré lo que me toque vivir, viviré también con la incertidumbre y la esperanza, como la que ahora me embriaga de poder sentirme amado como nunca antes y por lo que renuncio a todo, que no es nada frente a esa dicha incomparable, que sin hacer uso de mi omnisciencia creo firmemente que me harán sentir.
Y es así que al finalizar mi descenso por estos peldaños, me presentaré ante a vosotros no como vuestro padre sino como vuestro hermano.

Y ya estoy apareciendo.. ya hay fuertes brazos y piernas largas y esbeltas…la cara de este hombre será como la de Cristo o como la de Buda?..o.será solo como la de un hombre común.. así parece ser.. así es Dios ahora…. así se siente la carne, la sangre, la vida, el aire, el sol.. que milagro ser un hombre y solo un hombre. Que dicha tan incomparable.., que es que acaso no la sienten? Nada puede haber igual…que increíble es este cuerpo, esta mente, que grandioso es lo que se puede sentir en un instante.. como aterrador en el siguiente.. como sin ser omnisciente puede comprenderse tan claramente lo que ocurrirá.. con tan solo escuchar ese sobrecogedor silencio y ver esos serios rostros avanzar.. denotando esa firme y clara decisión, que ya nada podrá volverla atrás.