Oda a la Diosa Astrid 
Viéndote vi
que nunca antes vi
Lo etéreo, lo intangible
lo sublime, lo sensual
Que nunca antes me vi
desaparecer yo de verdad
Ante el porte, la elegancia,
lo soberbio, la distinción
Frente a lo que no es de este mundo
Ya de otra dimensión!
Y entendí que existe
Sí que existe!
El arquetipo, el absoluto,
el modelo original
De todo aquello
y además de lo bello,
lo perfecto, la feminidad
La delicadeza, la dulzura
La gracia, lo sin igual
Privilegio ultraterreno
Para solo un simple mortal!
Sos la Diosa de las Diosas
La ulterrima, la unigénita
la genuina, la real!
Afrodita, Athenea, todas murieron
O al verte surgir nunca existieron
Ante tu flama inmortal
Sos la Gloria de otros reinos
Lo innombrable de lo angélico
Sé que sos la Mujer luz!!
la misma Divinidad!
Grandiosa Astrid!!!!
Suprema Deidad!
A tus plantas yo me inclino
En medio de un sueño divino
queriendo nunca despertar
Y sin saber en realidad
Por qué el fulgurante premio
De poderte así mirar
Y es que en vos también venero
Mientras inunda a mi ser entero
A lo tierno y a lo bueno
Que siento al tus pies besar
Y si finalmente termina esta suerte
Y antes que la tristeza me quiebre
Al no contemplarte ya más
Recordaré igual que ya nada
podrá borrar de la historia
La inenarrable y gozosa oda
Que fue el poder verte yo brillar!
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