Esta es la historia entre una mujer y un hombre que ya no sabían cómo amar.
No sabían cómo amarse, por qué cayeron en la trampa del «felices para siempre»
Cuando realmente no existe una cosa como tal.
Ellos se encontraban en constante conflicto y a pesar de que siempre se hacían compañía, podían sentir la soledad inmersiva.
Todos los pequeños momentos de felicidad que encontraban, terminaban apagándose tan rápido como el último rayo del atardecer.
Así mismo se apagó su entusiasmo, consumieron mutuamente la vida, la juventud y felicidad el uno del otro.
Ahora ambos perecen bajo el mismo techo, grises y apagados.
Aferrándose con la excusa de reencontrar un final feliz.
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