Autopista
Acelero cada vez un poco más,
ignorando los peligros que vendrán,
me muestro sereno y veraz
ante un camino como no lo verán.
Un ardiente neumático
contra la autopista rueda.
Es algo muy fantástico
y pulverizado queda.
Nada detiene al conductor
en esta autopista sin final.
Y aunque dañado esté el tractor
no lo para Jesucristo ni Belial.
Estrenando con la radio el nuevo estéreo
sintonizo las noticias sensacionalistas.
Con tanta tontería y estupidez me mareo
por alguna locura que dice un especialista.
Acelero nuevamente dejando atrás
aquel campo que con esfuerzo forjó.
Un hombre como nunca los verás,
cambiado totalmente, solo queda mi ojo.
Procedo a avanzar en la obscuridad
mientras el freno de mano sostengo,
avanzo ignorando toda mi dignidad,
porque ahora eres todo lo que tengo.
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