La guitarra sin cuerdas 
De cualquier manera, es cierto
Es todo verdad
Es el fondo salaz de cada una de esas epistemes insustanciales
Y ya por ello goza de una completitud inaudita
Está enfrentada a la dulzura de la duda, sin ninguna gracia
El candor es para las prisas y la firmeza incauta
Aun cuando el motivo no resuelve en el predio de la normalidad
Aun así, es su furia ligera la que se plantea las sábanas con las que se pretende arropar el duelo
De todo ello queda menos que una sonrisa
De todo este amasijo telúrico se aviene, única y exclusivamente, la terquedad de un espejo sucio
Y lo único cierto, decía, es esa mancha que no deja ver tu propia cara
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