El silencio dividido
CAPÍTULO I
Madame States se levantó de la cama como todas las noches de su enigmática vida, dirigió sus pasos al vestidor tomó la camisa de seda color marfil con botones de nácar, alzó la barbilla y con un suave pañuelo de seda se hizo una gran lazada, se ajustó bien los gemelos, tenían un diseño singular, diferentes a todos los que había visto, con un significado especial, habían pertenecido a su familia y ella sabía que su abuela se los ponía cuando necesitaba tener suerte, siempre estaban guardados en una cajita verde de terciopelo oscuro, su interior era de seda blanca, impecable, salvo por una pequeña mancha oscura de sangre que había caído cuando estos gemelos se guardaron apresuradamente
OPINIONES Y COMENTARIOS