El olvido es la ausencia de tu silueta en mi mente,
entre tanto la noche soleada espera mi desvelo con ansia.
Es el silencio ensordecedor de cada día,
la oscuridad abrumadora de una ciudad donde te respiro.
El olvido es la danza de otros rostros en mi mente,
la calma en la angustiante espera de tu improbable llegada.
El recuerdo de tu existencia a kilómetros de la mía,
es el sabor del último café anticipando con su olor la despedida.
El olvido es negar tu existencia en mi vida,
el sosiego al revelar tu sonrisa en el cuarto oscuro de mi soledad.
Es un acto consciente de este amor,
es la decisión de protegerte de mí lado más humano.
El olvido no es renunciar al sonido de tu nombre,
es buscarte en otros nombres.
Es dibujarte en palabras que no leerás,
Una doble vida, entre el día con motivos para olvidar
y la noche rencorosa corre a tu rescate.
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