Av. Simón Bolívar – La Base – Bavaria – Estación – Avianca. A Adriana (1991)
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Era un bus destartalado
mancillado
con el grafiti soez en el respaldar del asiento
y la cojinería rasgada a navajazos
nos habíamos subido por la puerta trasera
siguiendo la tradición de estudiantes de Univalle
vos reías por un examen difícil de economía que acababas de ganar
yo celebraba con unos versos espontáneos
los besos apasionados que nos dimos durante dos noches de insomnio
vos estudiando a Smith, Keynes y a Marx
yo intentando domar la rima y la metáfora
En esta ruta larga y marginal
de estudiantes extraviados
sirvientas, meseras y putas de bar
carpinteros, vigilantes, albañiles, chulos acicalados
malandrines y saltimbanquis
vos lees mis versos con un encanto fugaz
el bus huele a callejuela mohosa
a sudor de todo el día
a los puntos cardinales de la humildad
yo tengo el pecho roto
descascarado
por no entender las señales del final
los síntomas de media ciudad que se hunde en el fango
el tedio de los paraderos repletos de desconocidos
la polvareda en las calles sin pavimentar
el cansancio repetido de las palabras y los engaños
las complejidades banales que nos separan
y no vale lanzar una moneda al aire para probar la suerte
ni esta alcanza para el bus de regreso
es mejor entonces caminar
dar paso a los silencios
y olvidar.
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