Estos ojos cansados parecían no tener rumbo para nadie, desde mi capucha negra pude ver la belleza que hay dentro de tí.
exclamaba en mi mente dialogante que pudiera ser el amante de aquel colibrí, cruzabamos miradas que duraban una eternidad.
Cada día en mi corazón provocabas una infinidad de mariposas en mi estómago, Cada día más que pasaba podía ver lo hermosa que eres, Cada día más ponías nervioso a mi estómago, era imposible ver a otras mujeres.
Literalmente podía gritar con aquella minima atención que dabas en mí porque cuando te ví yo ya no miro a otros seres.
quería escribirte pero te adelantaste, me buscaste para saber de mí, me impresionaste al responder mi «si»
Me impresionó ver qué tú también sentías cosas por mí.
Que ganas hay de besar esos lindos labios de dónde salen las brisas más hermosas que he sentido, mis sentidos y mis sentimientos sacaron versos lentos cuando me veías.
Estoy en una bahía cargando todo el oro en mi barco para impresionar a la princesa de «las manos frías»
Parecía todo bien, sorprendido también porque me diste tu pulsera, que detalle tan bonito, sentía ese amor de manera verdadera
¿Aún tienes mi pulsera?
No quiero que se la regales a un cualquiera.
pasan tantas cosas debajo de las mesas, esas piernas que deseo que me toquen, esas piernas de princesa que hacen que me provoquen.
Solo quiero sentirte como dos amantes que se adoran cada segundo cuando están distantes.
Cada vez más habían conexiones amorosas, desde ese día te empecé a decirte «te amo»
Esas cosas lindas y que ahora son dolorosas.
Cada vez necesitaba tu piedra, pero no cualquier piedra, una original que en tu corazón estrecho la tenías, la «piedra filosofal»
Aquella piedra roja y poderosa que si tocaba mis heridas las curaba, cada día más hallaba el anhelo de tu alma que me llamaba, cada vez necesitaba el fuego con el cual me quemabas esas noches locas donde decías que me amabas.
Cuántas veces necesitábamos vernos pero no podíamos por el tiempo o la situación.
Tu pelo con esas dos mechas claras
Son las que te hacen distinguir en esta mente de poeta, cuantas veces he escrito en mi libreta de «la niña de ojitos lindos»
Te esperé demasiado esa vez para verte, cada kilómetro que recorrí fue por tí, fue por quererte, desafiando a la muerte para tener la suerte de besarte.
No te amo por deseo, te amo por amarte.
No te amo por presencia carnal, te amo porque quiero buscarte.
Después de besarte tuve un poco de frenesí.
En mi mente decia «como pude haber besado a ese colibrí?»
Te amo.
Después de correr mientras agarrabamos nuestras manos me sentí tan enamorado, pude ver a todos los humanos pequeños porque me hacías sentir en las nubes, tocando instrumentos, quizá digas que miento, pero no puedes negar a un niño poeta que se lo lleva el viento, pude jurar que estabamos en el espacio, pudiste llevarme como un ángel, despacio me llevaste como colibrí, tan rápido me hacías sentir tu aroma en mi.
Te besé la frente porque el significado era algo que te gustaría a tí.
Luego de ese momento grité al infierno, burlándome de todos los demonios que dijieron que no podía estar con un angel que me amaba.
Cuando me despedí voltie a verte pero no me imaginé que ese día sería el último, no pensé que no tuve que quererte más de lo que debía.
Todo ese recorrido para un beso que me debías.
No me arrepiento, sabía que me mentías.
Y aún así prefería morir a tu lado aunque mis ojos ya no sentías.
Aquel día en que me dijiste tantas cosas que ni en mi mente alcanzaba a localizar, tus palabras dijieron cosas que no podía memorizar.
Me dijiste que no era el elegido para estar contigo.
Estoy metafóricamente escalando como el enamorado de Rapunzel para tener tu amor que perdí, pero tienes que prometerme que este sacrificio no es en vano.
Te he escrito más de 14 poemas, vaya enamorado estoy de alguien que ya ni me mira, espero leas este último poema, porque lo será
Yo sigo con querer querernos para poder ver de nuevo tu atención, aunque sé que mi visión me esta engañando
eres mi angel, mi colibrí, mis manos frías, mi amante de noche, mi estrella fugaz.
probablemente estés cansada de tantos poemas que saco con esa intensidad y eficaz.
Ahora estoy teniendo un debate con todos los personajes que me representan… Con wendigo.
Y aquí estaré esperandote en este infierno, recitando poemas al cielo, imaginándote a tí mi cielo, anhelando tus manos de modelo en mi cara, sentando en las llamas de este subsuelo, queriéndo que si me besas por última vez no nos interrumpa tu pelo, si me llegases a buscar espérame con la pulsera que con tanto amor te pude pasar, no me la pases, solo quiero verte con mi pulsera para ver si aún sientes ese amor de cualquier estúpida manera.
de todas las maneras en las que pude besarte no me arrepiento.
Yo no te veo como las demás personas, como para desearte por tu cuerpo.
Si llegase a mirarte mirame devuelta porque estaré extrañándote en silencio, aquí estaré imaginándome tocarte tu cara que tanto quiero besarte
Y antes que se termine este pequeño poema olvidaba decirte que me encantó amarte.
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