Encasillar

Porque no soy de nadie, ni como nadie, porque soy todos, y nadie, porque soy nada, y todo, porque no sé quien soy porque la revelación es mi amante, porque soy cazador y presa de lo íntimo, y soy marido y mujer del engaño, porque soy rival de mi padre, y soy madre del perdón, porque nunca he podido ser nadie, porque siempre pude ser todo, pero nunca pude ser algo, nunca pude ser alguien, y ahora no puedo ser yo. Porque nunca toqué el mismo instrumento, porque canté sobre tantos deportes, porque leí tantos libros y bosifere sin fin de prosas, porque las rosas no me miran cuando suelto veneno sobre mi vida, porque siempre actúe como otros, pero nunca fuí llamado por ser alguien, porque mis estudios nunca fueron los estudios de otros, porque en realidad, no se que hago, o donde vago, donde terminaré si no lo hago, o donde iniciaré si lo rehago, en fin, he sido tan cambiante, no como un adolescente qué juega a ser adulto, si no como un adulto qué juega a ser niño, porque allí me sentía seguro, porque allí el tiempo era eterno, porque lo que amaba aún estaba, porque lo que soñaba estaba lejos, y no tan lejos como ahora, y ahora mi esperanza, se ha disipado como el humo de esta ciudad, tan gris como bella, tan bella como triste, pero en esa inmensidad, ¿Dónde estoy yo? Mirando el acantilado, ¿Dónde está mi mente?, en un columpio, libre y libre de mí, de mi yo de ahora, pero, y quién he sido yo? O quien he logrado ser?, creo en última instancia, qué no he hecho nada más que escribir, y no he logrado nada más que sobrevivir, a encasillarme y no ser libre, qué valiente aquel que feliz vive sin pertenecer a nada, ni a nadie, hermano mío ahora perteneces a la misma, nada.

Aunque siendo fatarealistas,

no quiero pertenecer aquí.