Prognopagnosis

Han pasado

12 años,

5 meses

6 días

desde la ultima vez que vi tu cara.

Tu cara

Ya no me acuerdo de tu rostro,

mis sueños lo hacen mejor que yo.

Se encargan de mostrármelo

cada vez que quiero dormir

hasta que se descubra el fin del universo.

El Finisterre del infinito.

El c’est fini de la inmortalidad.

Limpio el vaho del espejo y observo lo que han hecho los años conmigo,

lo que me he hecho a mí misma,

lo que me han hecho;

los ojos que nunca aprenderán a sonreír.

Yo prefiero las ciento volando:

una bandada de estorninos

volando como olas en el mar.

Nunca esperé encontrar la belleza en cosas tan normales.

Cómo un café caliente.

Cuatro pies que se entrecruzan.

Las manos que se aprietan con suavidad.

Una comida caliente.

Un mensaje que te hará sonreír.

La belleza es tan bella que se vuelve banal.

Ya no retengo recuerdos de bolsas volando.

Y, en mi olvido, veo tu cara.

Ya estás al otro lado del barranco.

                                             Espera                                                  
                                                  -dices.

Te hago caso.

No saltaré.

A fin de cuentas,

nadie sabe más sobre la ausencia que tú.