Ojalá cuando beses otros labios no recuerdes mi forma de besarte,
que cuando abraces otro cuerpo no recuerdes el calor del mío al tocarte.
Ojalá no pases ese trago amargo al saber que nadie ocupará ese espacio,
que la ausencia es irreemplazable y que no hay nada que podamos hacer para que eso cambie.
Que cada día que pasa no hace más fácil el olvido
sino que fortalece el recuerdo de los días que vivimos.
Que nuestro fuego fue genuino, pero también extinto.
OPINIONES Y COMENTARIOS