Te mandé un mensaje de texto el 22 de mayo de 2006 a las 19:47, después de colgarle, con premura y una mala excusa, a la mujer que le lloré la ausencia decidida semanas y con la que hablé por última vez ese día.
A las 19:47 escribí: Acabo de colgar, llama.
A las 19:53 sonó el teléfono: eras tú.
Hablé unos minutos contigo.
No recuerdo sobre qué discutimos esta vez.
Miré a los ojos de la que un día fue mi mitad, buscando el cable que nos conectaba y ella se diera cuenta de que solo quería llorar y entender porqué nunca me quería a quien yo quería.
Porqué regalaba mi amor a quien peor lo trataba.
“Vístete, que nos vamos de fiestuki”
Me dijo.
Vestí un traje negro y me puse mi mejor careta.
Lo supe al colgar a ambas:
era la última vez que escucharía sus voces.
Conexión perdida.
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