He llegado a casa, me he tumbado en la cama, me quite mi uniforme, mis zapatos, y cada prenda de ropa, poco a poco quede tumbada en mi cama, y mi figura era perfecta, curvas ideales, un camino que un día un hombre al que ame recorrió, aun siento sus besos en cada lunar y esquinas de mi cuerpo, cierro los ojos y pienso – TE EXTRAÑO.

Me despierto de la misma forma en la que me acosté, soñé con ese hombre, con sus ojos marrones, sus labios, sus caricias, su sonrisa, maldita sea, hicimos el amor en un sueño, y desee que fuera real, pero nunca mas seria así, y eso llena de nostalgia un cuerpo y una mente, me dejo llena de huellas y sin un camino para regresar, me dejo rota y ni así retrocedió un paso…

Me levanto, miro a mi al rededor y cierro mis ojos nuevamente, sentí su aroma, no importa, sacudo mi cabeza y tomo de mi armario lo primero que se me aparezca, que casualidad, tomo su suéter, el cual me obsequio porque ya no era de su talla, mis shorts color azul, me visto mientras sigo soñando.

Me digo a mi misma – Amar si que es difícil, pero mas extrañar… Continuo pensando , mi teléfono suena, es mi madre, contesto y tenemos la misma conversación de todos los días, mi vida se ha convertido en una rutina, te fuiste y a su paso te me llevaste todo.

Salgo a la calle, visito nuestros lugares, y creo que fue suerte, te encontré allí donde nos besamos aquella tarde, nos miramos, nos sentimos y sin saberlo nuestras almas se rozaron, pero nuestro cuerpo ya estaba demasiado lejos, en el fondo nos seguíamos amando, pero ahora íbamos tomados de la mano del miedo…

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS