El internado: No te enamores en el cuarto 10 capitulo 4 «el cumple»

Faltaban horas para el cumpleaños de Indigo. Ese día Geovanni olvidó pedirle el celular de vuelta para guardarlo en la oficina. Las chicas del cuato 10 estaban modo gallinero supremo. Estaban con sus vaporizadores, cigarrillos y snacks cantando canciones. No como siempre, las que salian en la tele sino ya complacencias de DJ Sol. Ella y Jena estaban tiradas en la cama de Indigo dejandole apenas espacio para estar.

Vane la madre gatuna estaba encerrada en el cuarto dentro del cuarto. Si, este era un diseño arquitectonico poco común. Indigo que estudiaba arquitectura veía la mediocridad de la adpatación que habían hecho para que el espacio sirviera de clínica. Sin embargo agradecía la oportunidad de estar tratando su transtorno bipolar ya que los profesionales a cargo eran realmente buenos.

Todas cantaban desde sus camarotes, y pedían piezas. Indigo estaba pensativa, estaba confundida. Tenía sentimientos hacia Sol o solo sentía un cariño amistoso?

Una a una las chicas fueron cayendo dormidas. Hasta que solo quedaron Sol e Indigo de nuevo. Se fueron a fumar al baño que quedaba dentro del cuarto. Indigo notó que sus ojos no mentían, esa confusion estaba tocando la superficie. Sintió que en cualquier momento podía aercarse a dar un beso a Sol y Sol lo podía ver con claridad. No parecía incomoda. Era como un magnetismo sutil lo que se sentía. Ambes estaban coqueteando.

Sin embargo Indigo sabía que Sol estaba lideando con muchas cosas en ese momento y decidió abstenerse de tomar la iniciativa.

Volvió a su cama y Sol fue a la de ella. Se recostó por 10 minutos y cuando se estaba quedando dormida, sintió que alguien se le tiraba encima. Era Sol. Acababa de tocar la media noche. Ya era 9 de marzo, el dia de cumpleaños de Indigo.

«Queria ser la primera en decirte feliz cumple» le dijo Sol, Indigo la abrazo de vuelta. Estaba agradecida de que Sol se hubiera acordado.

Las chicas somnolientas se fueron a dormir.

A la mañana siguiente Indigo escucho el segundo timbre. El primero era para bañarse y el segundo para desayunar. Se levanto en carrera y salió en pijamas a la sala común. Ahi había un letrero de feliz cumpleaños en la pared y Jena la estaba esperando para darle un abrazo.

«Listo, ya le dije felicidades, voy de nuevo para cama» dijo riendo y se fue para el cuarto.

Los demás chicos y chicas la felicitaron e Indigo fue por su gallopinto con café muy agradecida. Aun medio dormida comió y pensó en su familia.

El día continuo como era habitual. Hacían labores sencillas. Meditaban o bueno en la sana teoría eso era lo que debían hacer. Costaba entre las risas y comentarios de los más inquietos.

«Ya estoy listo para levitar» se escuchaba decir a Charlie.

«Yo lo que estoy es durmiendome» les respondia Joao.

Soltaban la caracajada en grupo.

Ese día Sol tenía una audiencia por un proceso judicial en su contra. Todo era por culpa de su expareja. La policía había llegado aarrestarlo y ella se había lanzado a su rescate. Esto le costó que la arrestaran a ella tambien. Sol no quería a medias. Si alguien que amaba estaba en peligro era como una leona protegiendo la manada. Las chicas del cuarto 10 le dieron animo y le aseguraron que todo saldría bien.

Se fue casi todo el día. Indigo sintió su ausencia. Estaba acostada en su cama cuando sintió que una mano le acariciaba la cabeza a través del respaldar que daba a una ventana.

«Vamos a la piscina, es tu cumple hay que pasarla bonito» le dijo Joao desde el lado de afuera. Indigo sintió mucho cariño por este gesto y se levantó.

Sin su mejor amiga Sol y lejos de su familia este no se sentía como su cumpleaños. Después de la piscina se bañaron para la ultima terapia del dia. Como siempre el cuarto era un caos y las chicas duraron tanto alistandose que Indigo no tuvo tiempo de ducharse. Todas salieron bien arregladas.

«llegaré con un elegnte retraso» pensó Indigo

Extrañaba mucho a Sol y queria su telefono para hablar con su familia. Se metió al baño y apenas las gotas de agua tocaron su piel soltó el llanto. Había tomado muy malas desiciones tomando cero cuidado de las consecuencias, ahora estaba encerrada en un centro, en una clínica que representaba practicamente su ultima oportunidad y su ultima esperanza para reincorporarse a la sociedad. Sintió como que caía en cuenta del peso que este internamiento relamente tenía. El aprendizaje debía ser profundo, no podía seguir siendo una insolente que creaba problemas para que su familia luego los resolviera. Llevaba años de creer que no tenía salida, que ser bipolar era una condena a estar en paz en un minuto y perder la cordura al siguiente mandando todo a la mierda. Nunca fue estricta con su medicación, nunca se comportó como el adulte que era. Ahora podría estar en casa, rodeade de gente que la amaba si hubiera puesto de su parte. «Podrá llevar una vida normal mientras se tome el tratamiento y se aleje de…» había dicho su psiquiatra pero nunca se alejó y ahora pasaría lo que restaba de su cumpleaños con extraños.

«No! No voy a menospreciara las personas que he conocido en este lugar» pensó. «Esto es la misma enfermedad, el egocentrismo, el mal del alma. Voy a tener una mejor actitud. Todos aqui estamos luchando contra un mal invisible pero fuerte. Ataca la mente, el corazón y el espiritú. Somos valientes por no quedarnos de brazos cruzados. Es cuestión de vivir cada moemnto con aceptación y agradecimiento. Siempre esta pasando algo, no estoy perdiendo el tiempo sino aprendiendo, eso si miro con atención»

Se sintió mejor despues de hablar consigo misme. Le comezaron a llamar. Era Jena.

«Genial, se gastan todo el puto tiempo de bañarse y ahora me presionan para que dure poco. La hipocrecía!» salió del baño en carrera. Y se vistió casi cayendose. Escuchó la voz de Sol y se emocionó. Salió del cuarto apurada y ya en pijama. Cuando salió se encontró un queque gigante con unas candelas que tanían su edad, todos los 20 internos estaban reunidos y empezaron a cantar cumpelaños.

Indigo se sintió como una niña. Se le salieron las lagrimas. Nunca le habían dado una sorpresa así. De verdad no lo esperaba. Sol y las chicas del cuarto 10, Jena, Shantal y Vane la abrazaron. Había helados y refrescos. Globos dorados con su edad, era realmente lindo.

«Gracias! No se que decir»

«Soplá la candela y pedí un deseo» dijo Sol

Asi lo hizo y compartieron hasta que fueron las 9:30 pm, media hora despúes del toque de queda. Entre risas y azucar se pasó la velada muy rápido, sobra decir que no hubo terapia.

«Hoy no duermen en ese cuarto» dijo Joao.

«Es probable» dijo Shantal

Se llevaron lo que sobró de comida y refrescos para seguirla en el cuarto.

Indigo había pedido su celular durante la pequeña pero linda celebración, a Geovanni se le olvido pedirselo de vuelta. Asi que pusieron música en el celular mientras seguían comiendo todas en la cama de Indigo.

«Quiero ser la primera persona que te bese este año de vida que estas comenzando» dijo Jena «Te pienso hacer un amarre para tener quien me diga si me estoy volviendo loca y que podamos jugar rummie para siempre»

Todas rieron.

«Yo nunca he hecho un beso de tres» dijo Shantal

«Hagamoslo»! la animo Jena

Indigo acepto y se dieron el beso de tres. Fue muy divertido e inocente. Sol se quedó viendo como hipnotizada. Indigo lo notó. También se puso a pensar en lo agradecida que estaba con estas personas qu apenas le venían conociendo y le habían hecho pasar un cumpleaños tan bonito. Sabía que todos habían cometido sus locuras, incluso delitos pero en el fondo ellos tenían un buen corazón.

De nuevo fueron cayendo una a una hasta que solo quedaron Indigo y Sol. Hablaron de la audiencia. «Ni siquiera me mandaron a hacer trabajo comunal y ya me borraron el expediente» dijo Sol arrecostada en el brazo de Indigo.

«Me alegra mucho, cuando hacemos las cosas bien el universo responde» le dijo Indigo quedandose dormida. La luna llena brillaba sobre elles. La energia era de cambio, se estaban recargando y sus intenciones eran puras.