El internado: No te enamores en el cuarto 10 capitulo 1 «el machete»

El internado: No te enamores en el cuarto 10 capitulo 1 «el machete»

The Chameleon

01/04/2023

En medio de un terreno resguardado por pinos, y arboles altos, estaba la Clinica Integral Nueva Vida. Era el lugar para los casos perdidos de las familias que tuvieran los medios para pagarla. Los internos tendrían acceso a piscina y gimnasio, con esto te digo todo. En menos de 3 meses el tratamiento prometía curarlos de cualquiera que fuera la enfermedad, era la ultima esperanza en muchos casos. Los mejores psicologos, consejeros, psiquiatras, estaban ahí.

Las puertas del porton se abrieron para dejar entrar a Sol, una joven que había dejado a su familia pudiente para perseguir el amor. Fruto de esto había nacido un niño que ya tenía 5 años, 3 de no estar con su madre sino con su abuela. Para recuperarlo Sol se habia vuelto a poner en contacto con su madre y el acuerdo que se generó involucraba el paso de Sol por la clínica.

Sol no sabía que esperar, se repetia una y otra vez: «esto lo hago por mi gordo». Su hijo era la única motivación que necesitaba. Se bajo del carro ultimo modelo de su madre. Habían unos hombres fumando tabaco en un muro, y todos la volvieron a ver. Esto confirmó que seguía viendose bien a pesar de que ella no lo sentía así. «Los hombres son todos unos perros»- pensó. Y se adentro en el edificio central.

La sala pincipal de terapias tenia alrededor distribuidos los dormitorios compartidos e individuales. Todas las habitaciones desembocaban a esta sala blanca equipada con una gran pantalla, un comedor y una sala de estar. A primera vista parecía que todo estaba bajo control, pero cuando hay tanta locura reunida en un solo lugar dificilmente se puede sostener esta paz.

El consejero Giovanni las recibió: «¡buenas tardes! Si estan de acuerdo llevemos las maletas al cuarto compartido de mujeres, solo siganme, es el numero 10».

Se notaba que tenía prisa. Sol se puso ansiosa y pregunto: «Cuantas mujeres son?»

«en el cuarto compartido actualmente hay 4, pero en toda la clinica hay 6. Es la mayor cantidad que hemos tenido». Le respondio Giovannie en carrrera.

Se abrio la puerta del cuarto 10. Era como un cuevita, poca luz, doble altura y camarotes alrededor de una cama donde estaba acostada una muchacha particular. Sol no pudo calcular su edad. Era bastante androgena. Cabello corto y ojos verdes. Estaba en un jogger negro con un tank top tipo camisa blanca con unos dragones negros. Tenia una mano detras de su cabeza y con la otra sostenia un libro.

Giovanni las presentó. Sus miradas se conectaron y se quedaron asi por unos segundos. Reconociendo algo mas alla de las apariencias. La chica de la cama reacciono y se levanto para presentarse con la mamá y con Sol.

«Hola, mucho gusto! Me llamo Indigo.» Sol le estrechó la mano y le sonrio respondiendo: «Igualmente, yo soy Sol»

Indigo volvio a la cama observandola desempacar. «Hay algo que tenga que saber o traer?» preguntó Sol

«Pues si, cosas de picar, snacks jaja» le respondio Indigo con una sonrisa amistosa.

Las chiques conectaron inmediatamente. A la semana, ya Sol se pasaba a la cama de Indigo para dormir abrazada. Ella llevaba 7 años de dormir acompañada y ya no se lograba dormir si estaba sola. Indigo sentía de corazón un deseo puro de protegerla y chinearla ya que se había ganado su cariño en poco tiempo.

El cuarto numeo 10 era una locura! Parecía un gallinero! Todas como gallinas haciendo ruido, risas, gritos, corriendo de un lado al otro semidesnudas, compartiendo la ropa, intercambiando cigarros y vaporizadores que fumaban a «escondidas», cuando en realidad Geovanni sabia todo sobre esto pero se hacía el que no era con el. Con el TV a todo volúmen cantaban todas las canciones del único canal de musica que habia en el cable del cuarto. Secuestraban los juegos de mesa de la sala comun y se enviciaban jugando en el cuarto hasta que las pastillas de dormir las hacía caer en sueños que eran espirales de locura y que discutían por la mañana en el desayuno. Y por supuesto se atiborraban de los snacks que había enviado la mamá de sol. Era como un cargamento para 1 año de refrescos, dulces, papitas, yukitas, bolitas de queso entre mil otras cosas más.

La clínica tenía por las mañanas una terapia llamada encuentro. Hablaban de como se sentían y de como habían dormido. A menudo habían quejas del escandalo hasta tarde del cuarto 10. Una Noche, Amelita, una interna de 40 años que era muy llevadera toco la puerta de las chicas de ese cuarto compartido. » Podrían bajar el volumen no lo logro con ustedes haciendo tanto ruido!» Indigo, que abrió la puerta se llevaba bien con ella y con la mayoria, asi que le aseguró que bajarían la intensidad. Cerró la puerta para ver, como era costumbre a todas las chicas revoloteando por el cuarto y en especial haciendo nido en su cama, ya no era solo Sol, eran casi todas sentadas alrededor.

Pasaban los dias más no sin caoticos sucesos que involucraban a toda la clínica. Juzguen ustedes si los acontecimientos son realmente tan dramaticos o exagero….

….Parecía un dia normal, estaban en una terapia hablando del concepto «tocar fondo». Geovanni les guiaba. Llegó el turno de Fabricio de compartir cual fue su fondo, que fue lo que lo hizo notar que acupaba ayuda. Que ya no podía solo y debía internarse.

Fabricio era de los más adinerados del lugar, podría decirse que era mimado pero su gran generosidad lo hacían un chico muy querido, Era inteligente, cariñoso y educado.

Indigo por alguna razón recordó el primer dia que lo vió. Llego con una gran sonrisa y muchisima energia. Lo más curioso fue que recordó a Jonás, otro compañero, corrompido completamente por los celos decir: «Esos chiquis ricos me caen remal.»

«No es culpa de el tener dinero, ni lo conocés aún» le respondió Indigo hipnotizada por la prescencia de Fabricio. Era realmenete encantador. Era magnetico.

Ide en sus pensamientos Indigo no notó que Fabricio estaba hablando de las cosas más deplorables que había hecho y de como días enteros en una obsesión compulsión lo dejaban en un estado decrepito. No se bañaba, no comía y comenzaba a perderse en su mente atormentada. Lo decía con asco.

De pronto Jonás levantó la mano y dijo: «Disculpen compañeros, tengo que interrumpir porque si no saco lo que siento ahora voy a perder la cabeza.» Indigo volvió su atención a Jonás, estaba rojo temblando. Indigo entendió antes que todos lo que estaba ocurriendo. Jonás la estaba perdiendo, su estado paranoico y egocentrico era algo que Indigo había vivido muchas veces antes. Esa confusión en donde uno toma todo personal. En palabras simples Jonás estaba pensando que Fabricio se estaba burlando de el. «Usted puede creer que usted con su dinero y su familia es superior a mi pero realmente usted es el mismo HIJUEPUTA QUE YO» Jonás se había abalanzado sobre Fabricio y el grupo habia corrido a sostenerlo por la camisa. La fuerza de Jonás era demasiada. Tenia un demonio metido. Sol agarro la mano de Indigo y le llevó a uno de los cuartos individuales.

Mientras se alejaban podían escuchar a Jonás gritando. Indigo miro hacia atras y vio a Fabricio en el piso mientras Jonas lo jalaba por la camisa y el consejero se interponia ente ellos. Jonás tiraba derechasos pero Fabricio los esquivaba. Su boca sangraba.

Al llegar al cuarto individual se encerraron y se vieron profundamente a los ojos, habia miedo reflejado en ambos. De pronto todo estaba en silencio. Ambes se extrañaron e Indigo decidio salir para ver si ya era seguro. Abrió la puerta que daba al Lobby y vio que Jonás venia del exterior con un machete (un cuchillo grande). «Que putas estoy viendo?!» Exclamo Indigo. Como en una caricatura cerró los ojos y los abrió de nuevo como para cerciorarse que de verdad era un machete….

Lo era…

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