De algún modo terminé aceptando la invitación a un server del que nada sabía, no conocía a la persona que me invitó, pero pensé que sería bueno conocer gente nueva, así que acepté. Tan pronto se realizaron los primeros comentarios de presentación, todo fue perdiendo su inicial entusiasmo. Ya los temas nuevos no los podía comentar. La mayoría de ellos los desconocía, pero en los que podría decir algo tampoco podía hacerlo, puesto que no tenía la confianza para refutarle algo a nadie, soy totalmente ajeno a su grupo cerrado. De los temas en que sólo podría añadir algo también necesitaba una aprobación preliminar, de esa manera me sentía seguro, pero como esta formalidad no podía ser cumplida sin tener que para ello comentar antes, no decía nada. Por lo demás tampoco hablaban mucho, y cuando me refiero a hablar debe entenderse por escribir en un canal, de esa forma hablo yo. Pero la verdad es que hablan mucho, de hecho, el server, al que ahora pertenezco, es un espacio dedicado sólo a hablar. Los canales de chat son accesorios secundarios. Se reunen hasta dos veces por semana a una hora determinada y conversan sobre temas pactados previamente. Los canales de texto sirven para ello, para su programación.


Ha este punto, habiendo averiguado todo esto, no creo que sea prudente abandonar el server. Primero, dejaría mal a la persona que me ha invitado ante sus pares; segundo, quedaría mal yo, yéndome sin ningún motivo en un momento cualquiera sin despedirme o siquiera explicar mis razones para irme; así que no hago nada y me siento a esperar. A veces leo lo que escriben, poco se puede deducir de ello, pues son retazos o puntos de apoyo de lo que se habló en algún momento, a veces a pesar de eso me parece interesante, otras veces no y me desentiendo del server por unos meses. Una vez me llamó la atención particularmente lo que se decía, al menos el fragmento de texto en el canal era promisorio, así que me conecté al canal de voz, sólo quería escuchar. Nunca pensé que al hacerlo se alertaría a todos los presentes, me di cuenta de ello cuando me saludaron. Me asusté y sin decir nada apagué todo. Desde entonces dejé de frecuentar el lugar por todo un año. Ahora es todavía más difícil abandonar el server.


Lo peor, sin embargo, es que saben que estoy aquí, a menudo lanzan mensajes globales para las coordinaciones que indudablemente me llegan, tardé unos meses en descubrir la opción de silenciar, pero ya era demasiado tarde. De esa manera paso el tiempo, pensando en que la idea de querer conocer gente nueva fue un error.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS