Carta a «Mi padre»

Carta a «Mi padre»

Butterfly

23/02/2023

A mi padre:

Hola, sé que es la forma menos convencional de comenzar una carta, pero no importa, nunca la leerás. Hay tantas cosas de las que quisiera hablarte, cosas de las que nunca hablaremos. Hace casi un año que te enteraste de lo que me pasó, creía que cuando lo supieras tal vez todo sería mejor, pero no fue así. Quiero empezar por las cosas que están guardadas en mi mente hace demasiado tiempo. 

Cuando era niña te veía como el héroe, mientras a mi madre la veía como la villana. Cuando aparecías me ponía instantáneamente feliz, creía que pasar tiempo contigo era lo mejor que me podía pasar. Nos dabas regalos (a mi hermano y a mi), nos sacabas a pasear y después no te veíamos sino hasta un año después. Creía que te importaba, que realmente querías saber como estaba y como me iba en la escuela. No era así. Conforme iba creciendo, quería saber más sobre ti, tu historia y por qué habías decidido irte, me hiciste creer que no fue decisión tuya, que fuiste obligado a irte, y yo te creí. Lo creí por tanto tiempo. Después de dejar de verte, saber menos de ti, supe que nuestra relación jamás mejoraría. Los abrazos disminuyeron, las llamadas y regalos desaparecieron. Y comenzaron los problemas. Las discusiones por dinero crecieron, desaparecieron los: ¿cómo estás? y aparecieron los : ¿cuándo nos puedes mandar el dinero?

Luego enfermé, casi morí. Y tu no estabas por ninguna parte. Llamaste, pero yo quería verte. Decidiste no verme, a pesar de que hubiese la posibilidad de no volver a verme. Por suerte, me curé. Seguí sin ti en mi vida. Crecí. Aprendí a decir: —No tengo papá.

Saber que todos tenían un padre menos yo, sólo me ponía triste. Las conversaciones desaparecieron. Volví a enfermar, estuve muy grave. Casi mori (de nuevo), me preguntaste si podíamos hablar, te pedí que no volvieras a llamarme. Era la primera vez que cumplías con tu palabra. Luego llegó el 8 de marzo del 2022, después de ver una publicación mía en Facebook en la marcha, supiste un secreto que llevaba guardándome hacía 8 años, hablaste conmigo, decidiste cortar comunicación con tu propia madre, sólo por mi problema. Pero, seamos realistas. No hablabas con ella lo suficiente como para que fuera un cambio drástico. Nunca fue por mi, siempre fue por ti y tu familia. Aquella de la que nunca fui parte. Siempre me aislaste de ella, así que nunca lo fui. Dejé de llamarte papá y comencé a llamarte por tu nombre, no me conoces. Nunca intentaste conocerme y no te importó. Pero, está bien. Tampoco me importa quien eres, no me interesa conocerte, ni ahora, ni nunca. Sólo espero tener suerte, y no tener que toparme contigo de nuevo. Sé que nunca fuiste mi padre. ¿y sabes qué?

Estoy bien con eso. Cuida de tu verdadera familia. Lo merecen, sobre todo tu hijo.

Atentamente, Butterfly.

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