No sé qué me duele más, el hecho de que querías golpearme o que te hubieras enamorado de cualquier persona que te hubiera prestado atención como yo.
Recuerdo la primera vez que salimos, un tipo me golpeó en la calle y me insultó, me abrazaste, no me defendiste, siempre odié eso, dejaste que alguien me golpeara y huyera, nunca me has defendido. Al menos me abrazaste, al menos me contuviste y escuchaste por qué me dolía tanto que me llamaran gorda, a ti también te habían roto la autoestima. No quise estar sola, por primera vez en mucho tiempo alguien veía una genuina ternura en mí, no solo querías acostarte conmigo, eso ni siquiera era necesario porque me estabas abrazando. Ya no me abrazas, te pregunto por qué me amas y dices no saber cómo responderme, luego me gritas lo mucho que detestas estar conmigo.
Juro que no sé cómo irme, me duele la cabeza de pensarlo, quiero tanto ya no sufrir ni tener este ardor en los ojos de tanto llorar. No puedo girar la cabeza porque me tira un nervio del cuello, estoy segura que se tensó cuando pateaste la cama un centímetro al lado mío. Ya no solo me insultas ahora golpeas las cosas que están a mi lado, pronto seré yo y tengo mucho miedo de no saber irme. He intentado pedir ayuda, pero siempre termino sintiéndome tan patética, juzgada y sola, sé que me lo busqué, sé que siempre tomo malas decisiones en mi vida pero quise creer que el momento dónde nos miramos por primera vez era una gota de romanticismo que no había vivido. Tan pocas veces me eligieron, me hicieron sentir querida y escuchada. ¿Cómo destruyo todo lo que hemos construido? Estoy en nuestra casa y no sé cómo separar mi vida de la tuya, te estás llevando mis últimos años de juventud y también los de cordura.
He vuelto a vomitar, quisiera sentir el absoluto vacío cada vez que recuerdo esa sensación de miedo. Ojalá solo fuera miedo, miedo y decepción. Era tan predecible que alguien que me amara a mí no estaba en su sano juicio. Tal resulta que no me amas, que te doy asco, que estoy loca y te tengo cansado, tan cansado que quisieras patearme del mismo modo como ese golpe casi toca mi pierna. Solo quería que volvieras a casa, había gastado el poco dinero que tengo en comprarte comida para que te sientas bien, quería hacerte sentir bien por lo agotador que debe ser estar con una persona que todo el tiempo se siente mal. No quiero que me sigas diciendo que estoy loca, no quiero que sigas tratándome mal, pero me odias y yo aún te amo. Quisiera vomitar todo este amor para así poder irme, quedar tan vacía que ya no quede la mínima esperanza de una caricia.
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