El Cuervo Blanco

Hace un tiempo escuche la historia de un cuervo blanco llamado Amitié que vivía en el cielo con su familia. Un paraiso hermoso pero conocido, que no llenaba su sed de intriga. Un día, mientras volaba, para conocer nuevos lugares, sobre la ciudad de Buenos Aires, una fuerte tormenta lo obligó a caer al suelo. Perdido y desorientado, Amitié comenzó a explorar la ciudad en busca de su camino de regreso a casa.

Durante su viaje, Amitié se encontró con una joven llamada Orianna. Orianna parecía estar triste mirando el suelo con sus auriculares. Al acercarse se da cuenta que ella solía pasar mucho tiempo en el parque, sumida en sus pensamientos. Amitié le contó su historia y Orianna decidió ayudarlo en su búsqueda. Juntos, visitaron lugares emblemáticos como el Obelisco, la Plaza de Mayo, y el barrio de La Boca.

Amitié se sorprendió al descubrir que Orianna tenía una pasión por la música de tango, Esa joven que parecia tan deprimida hace instantes con la musica parecia revivir, y se encontraron bailando juntos en medio de una calle, mientras escuchaban la música flotando en el aire. La pasión por el fútbol que se respiraba en La Boca también los impactó, y se sintieron cautivados por la riqueza cultural de la ciudad.

Amitié y Orianna también contemplaron un hermoso mural dedicado a Diego Maradona, y se dieron cuenta de que el arte puede unir a las personas y evocar sentimientos y emociones profundas. A medida que continuaban su viaje, comenzaron a sentir que el camino hacia el cielo estaba dentro de ellos y no fuera.

Finalmente, encontraron a un viejo de pintas de vagabundo pero con palabras de sabio en un café que les contó una historia antigua sobre el valor de la amistad y la importancia de ayudar a los demás en momentos difíciles. Amitié y Orianna comprendieron la lección y se dieron cuenta de que conocerse no fue casualidad, y que el ver una nueva perspectiva de su mundo pudo ayudarles a encontrar su camino de regreso al cielo.

Con un nuevo sentido de esperanza y determinación, Amitié extendió sus alas y voló hacia el cielo, dejando atras unas lagrimas que partian de los ojos Orianna, ya no de tristeza, sino de alegria y emocion. Al llegar a casa, Amitié fue recibido con alegría por su familia y sus amigos, mientras que Orianna se volvio a sentar en ese banco de la plaza, pero ahora se sentía más aliviada y esperanzada después de su experiencia.

Desde entonces, Amitié y Orianna nunca más se olvidaron de la importancia de la amistad y la ayuda mutua, y se convirtieron en dos amigos inseparables que, aunque ya no se veian, con mirar al cielo se decian todo.

Al volver a escuchar esta historia, ahora de parte de mis propios labios, me doy cuenta que la amistad es el hilo conductor de la vida que une nuestros corazones y nos da la fuerza para superar cualquier obstáculo. Muchas gracias por escuchar a este viejo recordar.

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