El aire, lleno de ti…
en medio de la noche
rompiendo mi equilibrio
aparecio tu aroma,
tu cuerpo desnudo
magestuosa figura.
Mi corazón acelerado,
tu piel tersa rozando la mía.
Todos mis sentidos alertas,
tus manos suben por mis piernas temblorosas
tu boca divina, devora mi forma
me tienes dentro, tu lengua juega conmigo
imposible no entregarme en ese encuentro.
Tomo tus pechos, desenfrenado atrapo tus pezones con mi boca
tus poros despiertan, tu cuerpo se humedece.
Agitados, extasiados nos miramos, nos deseamos
como niños fugaces nos reconocemos.
Mi boca te recorre, mi lengua se anida en tu piel
descubre tus rincones.
Y un instante, por un instante…
la vida se pausa.
Te tomo con fuerza, con anhelo, con dulzura, con rabia
no puedo contenerme.
Te giro, te miro fijamente y voy sobre ti.
con fuerza, con anhelo, con dulzura, con rabia
voy entrando a ti, erguido, palpitante
tu gesto de dicha, de placer. Me excita, me enciende
y eres mía, ya te tengo. Aun así no dejo de desearte,
y voy contra ti, queriendo entregarme por completo.
Queriendo consumirte por completo.
Quiero complacerte, saciarte, en la confusión más garrafal
quiero destrozarte, colmarte.
Quiero darte todo, y robarte todo.
Tu miel nace en medio de nosotros, mis venas se incendian,
tu piel se ruboriza.
Chocando nuestras esencias
deleitándonos con ese roce, gimiendo y gritando
sin contenernos, libres, feroces, amorosos, salvajes
en medio de un sonido hueco y lleno de placer
juntos nos damos el estasis más puro,
La delicia más grata
Empuño tu mano, tu espalda se tuerce
mis ojos se nublan, mi cuerpo se suelta
y ahí por un instante, la vida se pausa. La vida es nuestra
en el clímax de nuestro sentir.
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