Aquella musa esconde una magia
Tan solo un sonido esculpido en su boca
O unas notas cultivadas con sus manos
Bastan
Para transformar el momento más rutinario
En uno que no olvidarás
Ahh, cuando llega aquél instante
Diques y represas estallan
Las luces quedan intermitentes
Las conexiones inestables
Y la sangre próxima al punto de ebullición
Reduciendo todo a algo tan pequeño e insignificante …
Que sonreirías saltando de espaldas a la incertidumbre
Como un fruto germinando en concreto
Devolviendo al mundo lo que éste nunca le dio
Evidenciando
Que el amor es tan viral como el veneno
Y que envenenado aún se puede contagiar amor
Sin curarse por completo, pudiendo convivir con él y minimizarlo
No hay registro de que en espesura de tierra alguna
Halla existido mortal capaz de evitar
La mueca que asalta al recordar su nombre
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