Carta para ella

Querida Preciosa (nombre ficticio, persona real):

Hola, sé que jamás leerás esta carta, sé que será parte de mis escritos que nadie leyó. Cuando te conocí fue porque nos presentó una amiga en común, creí que eso era bueno porque ya teníamos a alguien que nos unía, al principio la intención era ser amigas, tenemos mucho en común y creí que sería fácil ser amigas, pero comenzamos a conocernos.

Decir que hacer ligeros comentarios coquetos es lo que lo inició, no sería suficiente para explicar lo que nos unió. Eres muy hermosa, sabía que si comenzaba a coquetearte esperaba que fuera mutuo, así fue. Conforme pasaban los días, ya hablábamos todas las noches íbamos conociendo más de la otra, desde nuestra orientación sexual, películas favoritas, música, hasta nuestros fetiches más extraños e íntimos. Ya no sólo éramos amigas, ya estábamos siendo cómplices de una atracción incontenible, pero había algo que me detenía de decir: 

 -Me estoy enamorando.

No te conocí en persona, sentía que estaba viviendo una fantasía al no tener ninguna interacción física contigo. Temía que si nunca te conocía no podría tener una relación oficial contigo, es obvio que para salir con alguien oficialmente deben salir y tener citas, pero nuestros horarios chocaban y yo sólo quería conocerte, decirte lo hermosa que me pareces y comenzar a tener algo, que por fin ambas íbamos a tener aquello de lo que tanto hablábamos. Tener esos momentos que imaginábamos o soñábamos. Pero, eso nunca pasó, no importa lo mucho que me dijeras que yo te gustaba, sólo hiciste que me doliera más el hecho que decidieras ya no intentarlo. ¿Para qué tanta promesa si no pensabas cumplirla? ¿Para qué tanto coqueteo si al final te ibas a dar por vencida sin ni siquiera tratar? 

Temía que esto me volviera a pasar, el ilusionarme con alguien y con algo que al final no fuera real. Lo volví a pasar y ahora no puedo confiar en nadie. Intento seguir, conocer personas, pero mis inseguridades no me lo permiten, quisiera que alguien me comenzara a hablar, pero si espero que alguien haga algo en vez de hacerlo yo, me quedaré sola por siempre. Creo que ahora sé que no debo posponer lo que considero importante, no esperaré una señal, me animaré más a hacer las cosas. Ahora lo sé y te agradezco, gracias por ser la primera chica que sintió algo así por mí.

Espero seas muy feliz con la persona indicada.

Sinceramente, Butterfly.