Apofis, 2 de enero de 2029.

Mientras Apofis se aproxima a la Tierra a una velocidad espeluznante, el caos reina en todos lados.

Nadie creía el riesgo que corríamos hasta que las agencias espaciales aceptaron el grave peligro en el cual vivíamos.

La agencia espacial europea habría anticipado un par de años antes la proximidad de un objeto de colosales dimensiones, pero pocos lo tomaron en cuenta.

NASA con sus expectativas casi a cero, desde 3 años previos, cambió sus avisos de internet y puso una calavera como severa advertencia. Algunos hicimos caso y pensamos en el silo para ataques de cuasipulsares, pero los más, se dedicaron a vivir entre drogas y sexo ilícito que ahora ya es visto común así que cuando se dio la alerta mundial, el pánico corrió como reguero de pólvora.

Ahora ante la cercanía de Apofis ya visible en una noche clara, los suicidios se han multiplicado, las iglesias ya no cierran sus puertas y la escasez se acrecienta. No hay agua purificada, ni alimentos enlatados y la policía no se da abasto. Un científico asegura que aún tenemos 7 años y que no impactará esta vez si no hasta 2036. Pero nadie le cree.

A medida que pasa el tiempo me doy cuenta de lo poco que hemos valorado la vida y ahora, a punto de perderla, quisiéramos retenerla.

Ojalá podamos ver un nuevo año y que esté no sea el fin….

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