Dedicado a ti.
Las agujas del reloj quedaron inmóviles al no tener pilas luego de que cayera al piso, que fuera lanzado con odio, y te preguntaras por qué, lo que ocurría era desastroso. Maldecía el tiempo, cuando ocurría todo lo sombrío de una felicidad que podía llegar a ser eterna o no, pero anhelaba que fuera para siempre.
Porque por más que el consuelo sea más, no se quita del corazón la esperanza de volver a sentir lo que sentí por ti, no habrá remplazo de las cosas sencillas.
Nos preguntamos por qué nos pasa lo que nos pasa, queremos tener en cuenta las paradojas, los motivos de cuál es el resultado final. Y sin embargo nos callamos para solo seguir, y eso creemos, pero quedamos estancados y es como que necesitamos esa respuesta de las preguntas vacías. El tono del silencio es muy peculiar porque gritas sin emitir sonido alguno y es tan real, y así me encuentro en este momento tratando de adivinar quién creo el silencio y el ruido a la vez.
Si pudieses escuchar las palabras de lo que tengo que decirte, si pudieses tan solo volver a amarme, aceptaría muchas cosas y mi alma ya retomaría hacia un buen yacer en una planicie del lugar más incognito del mundo. Y en lo que estaba sentado en una habitación oscura sin que el sol pasara y dijera buenos días, escuchaba la composición de una canción que me volvía a decir: “Eu, hola. ¿Cómo estás?” Y que necesitabas que yo debía abrazarte. Al recordarte un día de primavera, fue en el campo, ahí estábamos, totalmente despojados de las trabas de la vida, miraste los ojos verdosos que tengo, miraste que era el indicado, sonreíste y quedo grabada en la memoria, como un abolengo libro ya leído del norte. La esperanza volaba en el inicio del otoño, podía sentir que estaba más vivo que nunca, y sin embargo me saltee el verano porque no me agradaba y a ti si, solo porque tenías unas pocas semanas de vacaciones y andar en moto por las sierras te apasionaba porque sentías que podías volar sin excusas, correr sin llegada, con alegría sin que fuera necesaria y la respiración se agitaba como si nunca hubieses degustado las brisas del viento. Tu mano tomaba la mía, y apretabas con tantas fuerzas que me destrozabas los nudillos y entendía que el mundo giraba con tanta dificultad, y el sol sabía que brillaba porque resplandecía nuestro día, nadie podía quitarte el verano ya que sonreías tanto que la expresión de tu rostro te distinguía sin contornos lineales. Porque de eso trata esta carta, sonreír, según el diccionario dice que: “es una expresión o dicho de un asunto, de un suceso, de una esperanza”; y continúa diciendo que: “para quien lo hace es mostrarse favorable o halagüeño para alguien”. Y mientras el viento merodeaba alrededor nuestro, estábamos sentados en un barandal y un pequeño pico entre labios me dijiste que era tu razón, que si tenía felicidad era porque estaba a su lado, que podía vivir en paz, ya que lloraste unos días creyendo que el amor no era para tí. Y me puse a pensar cuantas personas en el mundo se deben sentir así, entonces era tan afortunado, mi colección de mejores momentos los estaba viviendo, las sonrisas se acumulaban en el frasco de ahorros que tenían un cierto fin de concretar, algo que entendía que estaba pasando. Y era cierto, estaba disfrutando y anhelando tanto compartir lo mejor del mundo. Así que disfruto demasiado que leas y escuches que las palabras de los demás importan demasiado, y escuchar debe ser un don que tienes que estar dispuesto a respetar. Entraba una luz, alumbraba toda la oscuridad que ya no era. Quería hacer un viaje, quería volver a ser, distinguir que las flores eran coloridas porque son únicas, porque soy quien deba ser; y eras eso. Los trotes de los corredores de la mañana eran tan propensos que podía entenderlos. Las aves eran dueñas del cielo celeste, que las nubes solo eran su decoración y que el viento corría por los cielos solo para hacerles compañía pero que a la vez quería hacerse notar que estaba ahí. Entonces una inspiración a crear era evidente en las bellezas de los ojos que nos adornan.
Así que antes de terminar, te comento que nada puede decirme ahora que haberte escrito fue un error porque realmente fue lo más bello de este mundo que pude sentir por ti, me pudiste dar lo que necesitaba. Si fue algo que soñé o algo que imagine, déjame decirte que fue tan real que el volver a abrazarte y besarte sería lo más lindo que paso en una película de ficción.
Sé que parece ya el final de la historia, pero no es así, solo son una de las tantas cartas que recuerda que podrás seguir leyendo, que son pensamientos que se encuentran en la biblioteca, escondidas en el segundo estante, entre las fotos de un álbum y un herbolario que tú mismo me regalaste un día de verano.
Han pasado varios días y ya no sé qué decir ni que hacer, ayer mientras volvía a casa, deseaba que estuviese nublado y que lloviznara. Aunque este triste o muy pensativo, tengo ganas de que todo cambien de bien a mucho mejor. Llegará el momento menos indicado de ser, de sentir esa paz, en la que solo te sientas frente al mar y ves lo que es, un poco de calma.
Puedo entender quién eres, puedo comprender que es y no es lo que pasa entre nosotros. Te dedico a ti el mejor abrazo y el más sincero de los besos, por qué, porque así es. No te vayas, quédate. Escucha la melodía de una canción en la que no hay letras, en la que hay sentimientos puros del corazón.
Escucha el ultimo te amo de mi alma, para ti, con cariño.
Siempre.
Aunque es tonto decirlo creo que no era lo que más esperaba en la vida, y me pongo a pensar que es en vano tener tantas expectativas de las cosas. Miro hacia la nada misma y me imagino tantas cosas que no tienen sentido pero que anhelo sin compromiso y por dentro siento la soledad destruyéndome, y la amaba porque antes estaba sin compañía, ahora que no hay nada en el ambiente inhóspito de los pasillos con marcos que tienen fotos de vacaciones, de personas que tienen otro tipo de historia y pinturas de artistas desconocidos, se ha convertido en enemiga. Cómo se debe continuar en estas situaciones, como es posible seguir si no hay más opciones.
Siempre que cierro los ojos quiero seguir corriendo y encontrarme frente al mar, o terminar de escalar una montaña y gritar al cielo, desahogarme.
Rompo en lágrimas todo mi ser. Junto cada fragmento para poder estar de pie, pegar cada pieza.
Y, aun así, aunque la taza de té este deliciosa pienso y pienso. Por qué duele tanto, acaso el amor deja de ser.
Las melodías de algún piano, los pasos de las personas que van y vienen, me detengo y miro lo gris que esta, pausado.
Siempre tengo la misma sensación de que algo te sorprende, pero no pasa nada, nada de lo que imagino contigo.
Siento el aroma del café en la oficina, canciones aleatorias del momento, papel tras papel. Todo es aburrido. Donde se fueron las ideas que tenía para ti, donde carajos se metió el compromiso de sellar lo nuestro, ya no tengo ninguna gana de que conseguir un final feliz ni por mí ni por nadie así que he decidido quedar neutro y fin.
Lo que veo siempre en las personas es la mirada, los ojos son una belleza inalcanzable, y así has conquistado mi ser. Te veo y, no sé qué más agregar. Si pidiera una opinión de las cosas que pasan por cada segundo que me pongo a pensar, me golpearías y dirías: ¡idiota! No tengo acotaciones, así que, aquí me veras, solo sigo vivo porque el aire es gratis, trabajo para mantenerme, pero mi vida es la que no tiene sentido alguno de seguir; así que el agua estancada si existe, pero quiero salir de ahí y no ser un pantano. La rutina se ha convertido, se ha impregnado.
Ayúdame. Te lo pido, mándame una pisca de señal de que aún, de que aún no es tarde para poder extender la mano.
Siento como el otoño es dulce, como las pavas con agua caliente se preparan para decorar tazas y termos, saber el dilema de si tomar té o mates. Pero su frio es inevitable y crucial, mañana bajará más la temperatura, pero pasado volverá a subir. Así que no sé qué decir si no es una locura este mundo.
Trato de concentrarme con todo, pero no es fácil.
Y hoy ha sido uno de los días que más bien me sentí, estaba trabajando y de la nada me hablé a mí mismo y dije: Que bien estas hoy. Sonreí, sabía que era un recuerdo hermoso porque dentro mío se estremecieron todos los sentimientos y emociones, había un cosquilleo alrededor de los ojos, sentía que podía viajar a otro mundo; donde podía ver la armonía de los pálpitos de mi corazón, invitaría a muchos a que disfruten correr por un viejo campo, crearía un sendero con diferentes tipos de climas, a gusto, y al final del mismo, una cima donde sepas y descubras quien eres. Que por más que la vida sea injusta podemos cambiar las trayectorias, los distintos enfoques, y ser, porque la cuestión es estar bien con uno mismo. Tú, eres un sentimiento muy fuerte dentro. Entonces como puedo decirte las bellas cosas que tengo trabadas, escuchar tu voz se me hace difícil, pensar en que puede desaparecer, ojalá que no. Han pasado tantas cosas de por medio que prefiero olvidar, así que describo que siento, qué está pasando, qué dirías si me vieras así. Sabias bien que eres mi cable a tierra, y sin importar han decidido que ya no, sin importar nada de nada, tu eres la vuelta de que yo sea más feliz; vuelve a hablar, vuelve a soñar, corre y no te detengas hasta que te golpees con mi pecho y sientas mi corazón en el que te dice: por siempre.
Tengo las manos congeladas, dejo plenamente que el frio lo haga, porque me encanta sentir que atraviese los dedos, y quitar esa sensación con una buena taza de café, escuchar el sonido de todo un ambiente de tranquilad. Y mientras estaba apoyado en un contorno de puerta viajaba por un camino sinuoso lleno de hojas amarillas y anaranjadas, disfruto una música desconocida, totalmente sin saber que dice la letra. El aroma del viento zonda, seco y cálido, proveniente del pacifico. Saber que así será. Tengo todos los sentidos despiertos para saber que hay más.
Quiero que acabe todo lo que me impacienta, el no poder resolverlo, deshacerme de lo que no tiene sentido, y acostumbrarse, es aveces, lo más obvio que hacemos sin sentido.
A medida que pasa el tiempo tengo menos posibilidades de saber si podré hacer todo lo planeado, que lastima si no ocurre, pero me gustaría contarte que si así fue o que era sorprendente verlo y sentirlo.
Escucho como pasa el tiempo, escucho el sonido del viento, de los autos; quisiera complementarme en una caminata de pasos apresurados, pero soy un estorbo en la senda peatonal, no pasa nada por mi cabeza, así que decido tomar un colectivo con rumbo a casa. Sentarme al lado de la ventanilla y ver todos los edificios apilados, el hormigueo de gente abrumándose por hacer compras y tramites, sin fin de cualidades, protestantes queriendo todo lo fácil de lo demás, la justicia cerrando los ojos para despistar que los semáforos sean de color verde.
Hace mucho que no me ponía a escribir, así que decidí leer las últimas cartas que se me habían venido a la mente. Y quería contarte que mañana se cumple un mes desde que llego el invierno, muy rápido. Los días han corrido de una manera muy fundamental en el trayecto que hemos hecho hasta ahora, sinceramente extraño todo lo que eres, un desastre completo pero un desastre muy peculiar.
Siempre, una palabra que me cuesta creer que existe. En fin, las formas de los sonidos me han hecho especular que cambiara y no veo la hora de que sea así. Las personas pasan por pasillos estrechos que son confusos, algunos alegres y otros muy tristes, de verdad los veos a los ojos y son un mundo diferente y complejo, son tan implacables y elocuentes que dejan de ser asombrosos, dejan de ser incognitos, porque son piezas de un rompecabezas de piezas perdidas.
Mientras las hojas del otoño dejaron de estar tiradas en la calle, el sol se empezó a desteñir en las nubes, volvía cuando se le antojaba, su calor dependía de las nubes que se lo han permitido, llovió mucho en la ciudad y ha sido cansador, el tender era uno de los protagonistas principal de la casa, y la verdad era la primera vez que no quería estar en casa.
Pasaron un par de días, me dijeron que me fuera a dar una ducha y que descansara, no me limitaron a cuanto tiempo, solo que me fuera. Y de lo que iba a casa no podía recordar nada, intentaba verte, pero te veía callado, no mostrabas ni una mueca, nada. Silencio absoluto.
Aunque ya paso bastante tiempo de que el dolor ya era. No recuerdo la expresión de tu risa, eras desconocido totalmente.
Ya no soporto el estar, no sé cómo explicarte, es esa sensación rara que llamamos “no sé qué me pasa”. Y es tan insoportable estar así. Como lo detesto.
Siempre he deseado que las cosas sean elocuentes, o firmes, realmente dan tantos giros. Y nos olvidamos que las deseamos, desaparece para hacernos creer que ya no la necesitamos como auto-engañarnos que así debe ser. O totalmente conformistas, no desarrollamos nuestros deseos en un punto. Por eso no entiendo lo que me pasa.
Simplemente me quede callado, y exprese, después de unos minutos, que solo te amo. Y que no puedo entenderte, que quiero abrazarte hasta el final formando lo primordial del amor. Así que cuando termines de leer, confía en ti, respira y expresa quien eres.
Sentirás la libertad de la vida.
No llores, sonríe, que es para siempre.
Fragmentos.
Mientras estaba trabajando, pensé que los días quedaron en pausa creyendo que sería el mismo por siempre, entonces recordé que me dijiste una vez: “Cada día es único, si tú le das forma”. Entonces pensé dócilmente en los detalles de cada palabra, entonces soy único y debo darle forma a mi ser.
La decisión que tome era buscar algo o una definición concisa de lo que faltaba de lo que soy, y entre todo lo que había pensado, y entre tanto destaco que seas el que me acompañe.
Todo ha cambiado, y a la vez me doy cuenta que no es mucho, falta. Todo se resume en que hay una colección sempiterna en nuestra vida, en el que es la esencia de ser. Cada pieza fundamental de lo que me arma, ya están, cada una en su lugar. Y a diferencia que las noticias llegan, suponemos que algo impacta, desarrolla un escudo de algún tipo y debes defenderte para que no te afecte.
Si pudiese contarte más, ha comenzado una cuenta regresiva, la primavera se acerca, y los días no son tan buenos.
He escuchado un par de noticias que hasta se me alegro el corazón, hasta puedo llegar a decirte que casi llore de alegría. Sin embargo, ha habido malas, sinceramente creo que podrían fortalecer una parte.
Unas pequeñas dosis de recuerdos hacen tanto bien, y el solo pensar que tus ojos eran una reliquia de esperanza que me cambio, entre tanto una caminata era sofisticada con pasos de retorno, golpeaban el suelo elevaba polvo, y decíamos entre labios lo cansado que estábamos. Dime cómo puedo olvidar las diferentes referencias que me has dado a lo largo de este año, es necesario qué pase todo esto. Tal vez no me estoy dando la chance que debo darme, y no sé si la respuesta que dejar soltar sea buena. Todavía siento dentro de mi corazón que hay razones por las que no quiero, son sencillas las respuestas de que es así. Pase lo que pase, donde vaya, donde viaje quiero que seas inmortal. Mientras me mandes señales expuestas de que eres tú. Pero aún retorna al comprender que solo es un dilema de por qué me dejaste solo, sin que haya un decir o un tal vez de una respuesta incomprensible.
A donde van esos insectos que vuelas entre diferentes tipos de flores, quien más ve las estrellas mientras esta solo o quién termina de escuchar el sonido de las bocinas de los autos del fin de semana. Simplemente espero que la suerte este de mi lado en pocos minutos después de ya nunca más verte, ni encontrarte, ni sentirte.
No se precisamente donde estoy, es una sala hermosa, tiene unos hermosos sillones, todo tipo de decoraciones, y una enorme ventana con cortinas de color café. El sol brilla diferente, se siente muy diferente y la verdad me tiene muy cansado llegar a este lugar en el que no siento nada. Debo estar un par de días más y ya no volvería.
Me preguntaron muchas veces cómo me sentía, pero no supe que decir, no podía explicar esa respuesta, la sabia yo. Tal vez suene diferente ahora, pero debo contarte la verdad, así que si me permites déjame complacerte en escuchar una canción, déjame que sea una muy buena, elegir de mi play list, sonrío, te va a gustar demasiado, una sensación de lágrimas mezcladas con alegría pura.
Una respiración suave, ropa cómoda, perfume no tan dulce. Un caminar pausado en el que disfrutar caminar es bueno, viento de que se acerca la primavera y una sensación de que es viernes, no lo es, pero así se siente. En últimos tres años pude seguir, necesité tanta ayuda que me costó volver a ser quien era; al enterarme de una noticia en la que me afecto me llevo a ser, distinto.
A todos nos gusta soñar, y esperamos siempre que sea lo más lindo del mundo, talvez que ganemos mucho dinero, que tengamos todo lo físico, otros un hijo, otros el amor; ese que te lleva a ser tú, pero no sabes si aparecerá. Y crees que el problema eres tú, da igual cómo nos amamos, mientras seas feliz, mientras sonrías, a quien le importa. Entonces a partir de aquí comienza una nueva etapa, en la que deberás aceptar que no existes que solo fui yo inventando una excusa para olvidar que por dentro sufro demasiado y al hacer esto me da esperanza, porque sé que nunca se pierde, es a donde más hay solo que se activa en ese pequeño punto y aparte, de dialectos continuos. Así que te pido que no me juzgues, trata de entenderme de que todo lo hacía por mi bien, para poder respirar, para poder sentir mi alma y mi espíritu en la cual se tomaban de la mano y recorrían el campo, donde pájaros e insectos entonaban melodías, el sol deslumbraba y el viento insinuaba ser tu acompañante terapéutico. Todo este tiempo en el que me llevo a pensar en nosotros dejo de ser, es un problema más grave del que se suponía. Seguramente ya lo sabias.
Al estar sentado, veía como tus labios decían adiós y otros que no podía escuchar la palabra clave de todo esto, así he reunido cada fragmento, cada pedazo de mí que ha caído. Y al juntarlos por cada hoja que he escrito incluidas las demás que estarán, me siento inmune, sin culpas, sin salida.
Faltan dos días para la primavera, y sinceramente el día de hoy me ha gustado, nublado y frio, para entender un poco las cosas lo tome como un inicio ya que en esta estación todo florece, todo empieza a emerger de una u otra forma sé que volveremos a bailar. Al principio no entendía absolutamente nada, en su totalidad, por eso quería preguntarle a mi ser que pretendía hacer en los próximos días.
Atónito.
No podía creer la palabra ni el significado, creí hasta no poder hacerlo, pero mientras más pensaba en la misma la era nocivo que las piezas podían ajustar.
Así que, la verdad ahora creerás que estás perdido, y no entiendes, ya que dificulte las cosas.
Ensoñación, has escuchado alguna vez acerca de esto, pues déjame explicarte que es precisamente, tuve que buscarlo y entenderlo, sufría o sufro este trauma psicológico. Así que aprende a entender de que no existías, que solo era yo, eres una creación. Todo este tiempo estuve solo, y en base a eso cree todo escenario, todo lo que eres es lo que yo quiero. No sabía que podía ser peligros. Un resultado de la búsqueda es: “caracterizado por una actividad fantasiosa excesiva que reemplaza la interacción humana e interfiere con el trabajo, las relaciones y las actividades generales.” Ósea que plenamente he estado en un mundo que solo conozco yo. No sé si es triste, mi esencia, mis sentidos, mis ganas de vivir; donde te has ido, ensueño de las flores, gotas de roció, sol de otoño.
Pero no es tiempo de lamentos porque ya, te explicaría más, ha llegado el fin de cada sonrisa que no tiene sentido demostrar. Y al caminar en un día frio he sentido que la libertad me abrazo. Sin preocupaciones, y no lo sabía.
No sé cómo seguir, he titulado solo unas pocas hojas de las que escribí y solo era un ejercicio para la continuidad del sistema o tratamiento, así que quedara en lo que pueda pasar.
Tal vez ya es un adiós, porque ya es muy personal. Necesito estar bien conmigo.
Discúlpame. No quise ilusionarte, solo quería que pasaras un buen momento. Con cariño para ti, que sea una buena colección de hojas que leíste pensando en un buen final. Pero eso sí, sonríe.
En otro momento continuara.
No termino bien la última vez, no termino bien para mí y aun así no lo entendía, o me preguntaba en repetidas ocasiones por qué a mí. Puede que comience una etapa distinta, raro que sea en este momento. Ahora, mi carta está dirigida a no sé quién, pero me alegra que te haya podido contar esto. Creo que será tan sencilla de hacer.
Continuamente exprese todo lo que sentía en cartas, y ahora me siento totalmente decepcionado, sin ningún lugar a donde ir. Sin compromisos por concretar, sin detalle por efectuar en las esquinas del hogar. Los rincones llenos de pinos, que perfuman con abeto el paisaje, leños cortados para el invierno, hojas que no se fueron desde el otoño, flores de colores. Continuando en otro momento, espero que se renuevan las fuerzas de estar manchando hojas con tinta azul. Tal vez un poco de música alivie el malestar de los pálpitos. Cantaba en las mañanas, me emocionaba con películas tontas, escribía con tanta complejidad las cosas y aprendí a saber más de mí, los días tristes. Entendí tan bien la navidad, canté varios cumpleaños, aprendí a cocinar usando condimento de varios colores y demás, me gusto tener plantas, y aplaudí escuchando canciones simples de artistas que no conocía. Tal vez sea esa la canción que deje al final.
Este será el último día, quisiera que sepas que ya me lo han dicho, una nueva etapa comienza.
“Es hora de irnos.”
“Unas últimas palabras, y ya estamos.”
Dime, ¿Por qué te vas?
Y en mi lado algo se puede interrumpir, cuando apenas va a comenzar
Por esa rola hasta la madre me partí, espero que la puedas escuchar
No hay nada más que me ponga feliz, que tu boca empezara a hablar
Nadie nos podrá agarrar ni a ti, ni a mí
Cuánto tiempo soñé, soñé verte cara a cara
Cuánto tiempo tuvimos que ver pasar pa´ que esto al final pasara
Esa noche en el techo de esa casa.
Tomando y riendo bajo las estrellas lo que nos antojara
Viéndome en tus ojos y sabiendo que te ibas a ir
Que nadie nos podrá agarrar ni a ti, ni a mí
Yo sé que te tengo, pero no te tengo cerca de mí
Siento que algo falta, y eso que me falta eres tu
Daría cualquier cosa por volver a verte sonreír
Pero aquí de frente, y verte enfrente con tu cámara azul, oh oh
Nadie nos podrá agarrar ni a ti, ni a mí.
Ed Maverick, del rio.
Un viaje iniciara.
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