Leonora y los brujos 2

Leonora y los brujos 2

Paola Cano

18/04/2022

                     Parte 2

Al día siguiente, Leonora estaba decidida a descubrir quién era ese chico y que hacía a esa hora de la noche, todas esas dudas no la dejaron dormir bien y no podía esperar a encontrar respuestas, por lo que se estaba preparando para hacer una exploración nocturna más rigurosa de lo normal.

La princesa escucho a sus padres darle ordenes a sus guardias reales, y, sin duda lo que escuchó, la dejó atónita.

– Quiero proteger mi reino, sobre todo a los niños, así que les ordeno encontrar el escondite de los brujos, debemos desterrarlos lo antes posible, o en el peor de los casos… asesinarlos.

La princesa no podía creer lo que había oído, sabía que eran los brujos, pero nunca imaginó que podrían existir realmente. ¿Será ese chico un brujo? fue la primera pregunta que pasó por la mente de Leonora, pero había algo más que la inquietaba, y era el hecho de que el chico no parecía malo, no parecía tener malas intenciones, solo se veía muy asustado.

Al caer la noche, Leonora salió de su casa con un bolso con comida, una lámpara y un abrigo, comenzó a explorar los alrededores de la zona en la que había visto al joven, pero no había nadie.

La princesa armó un refugio con hojas y ramas y esperó pacientemente, hasta que se quedó dormida.

Una luz brillante despertó a la princesa, quien tratando de ser silenciosa, se acercó al chico.

Era el, efectivamente. Notó que había venido horas más tarde de la que habían tenido su primer encuentro, por eso no estaba cuando Leonora llegó.

Esta vez, el chico terminó su ritual con calma, pues la luz brillante y cegadora se fue apagando poco a poco y el muchacho disminuyó sus movimientos lentamente.

El se quedó quieto un momento, mientras sin darse cuenta, era observado por los sorprendidos ojos de Leonora, quien en voz suave dijo:

-Eso fue asombroso.

El pobre joven se asustó, tal y como lo hizo cuando se conocieron, comenzó a respirar de forma agitada mientras miraba a Leonora con ojos de terror.

-No le diré a nadie, lo prometo, solo me pareció increíble lo que hacías y quería verlo, por eso volví.

El chico comenzó a tranquilizarse, y cuando estaba relajado, pudo hablar con Leonora de una manera más pacífica.

-Gracias por guardar mi secreto, si alguien se entera, mi familia y yo correríamos grave peligro.

-Descuida, pero… ¿Qué hacías? ¿Dónde está tu familia?

-Realmente no quiero ofenderte, pero no le contaría eso a un extraño.

Leonora se sintió algo mal, pero rápidamente cambió su expresión para que el no descubriera su malestar.

– Soy Leonora  – Decidió no decir que era una princesa, así evitaría alejarlo más.

-Bueno, Leonora, fue un gusto conocerte, pero creo que no es bueno que sepas más de mí.

El joven recogió sus cosas y le dio la espalda a la princesa para irse.

Con valor, Leonora le preguntó.

– Eres un brujo ¿verdad?

El muchacho se detuvo en seco y miro a la chica confundido y con algo de temor.

– ¿Cómo puedes saberlo? – Preguntó.

-Oí a mi padre hablar de brujos esta mañana.

-Pues si, soy uno – Dijo dubitativo el muchacho.

– ¿Cómo te llamas?

-James.

Leonora entendió el temor del chico, su padre quería matar a James y a su familia, y ella, como princesa, podía y debía evitarlo, pues algo en su interior le decía que James, era un chico como ella, con sueños, anhelos y curiosidad por el mundo, pero también con grandes temores.

Leonora se despidió de James y volvió a casa, ahora con una nueva obsesión y una promesa para el muchacho: Salvarlo.

Etiquetas: fanatasía misterio

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