La aceptación
El sabor de la aceptación
Es una experiencia de calidad
Ser amado por lo que tu ere
No por lo que tú puedas hacer o decir.
Es grato ser amado y deseado
Por la persona que tu aparenta ser
Pero tu corazón anhela ser amado
Por la persona que realmente tu ere.
Cuando tu ve que esto puede ser hecho
Sin el dolor del rechazo entonces tu gozo es completo
Y tu corazón conoce la aceptación.
Pero el camino para sentir tan aceptación
Esta pavimentado de aceptación en la tierra
Al quienes te ama y te quieren pero no por lo que ere.
Sino más bien por lo que tu tiene o aparenta ser.
Pero al uno que te ama
No por lo que tiene y por lo que aparenta
Sino por lo que eres y ese es Jesús.
Autora: Sarah Santos
Para Un Ángel
Porque la luna se esconde
y siente celo de ti
Pues cuando tu sales por la noche
Ella debe huir.
Las estrella se quejan ante Dios en contra tuya
y es que tu ojos brillan más que ninguna
Las aves al amanecer todo cantar para ti
Pues no hay canto más hermoso que vente sonreír
Autora: Sarah Santos
En Lo Profundo De Mi Corazón
En lo profundo de mi Corazón,
Existía una sensación,
Que me era difícil describir,
Que parecía ser una necesidad,
Algo que parecía faltar allí.
En todo mí alrededor busqué,
Tratando de encontrar,
Como esa necesidad suplir,
Como esa oscura sensación,
Cambiar en mi corazón.
Fue en este proceso,
Que de una verdad me percate,
Fue una abrumadora realidad,
Y es que en la humanidad,
Nada podría encontrar,
Que ese vacío pudiera llenar…
En lo profundo de mi corazón
En medio de mi búsqueda escuche,
Una voz que hablaba en mi interior,
Nunca antes la había notado,
¿Sera que es mi imaginación?
O ¿es que estaba demasiado ocupado,
En mis afanes diarios,
Como para haberme percatado?
En lo profundo de mi corazón,
Mi búsqueda retome,
En mi interior comencé,
A buscar el origen de esa voz,
Esa voz que decía “Aquí Estoy”
Pasado un tiempo de buscar,
Yo le pregunte “¿Quién eres Tú?”…
“Yo soy lo que buscas”, respondió,
Y eso respuesta de sorpresa me tomó,
¿Cómo sabía que algo buscaba yo?
Necesitaba saber si Él podía iluminar,
Aquella oscura necesidad…
“¿Quién eres?” Pregunte una vez más.
Y El me respondió “Yo soy el que soy,
Soy el que puede llenar, tu vacío corazón”
No fue a mí alrededor,
No fue en los placeres del mundo exterior,
No fue afuera donde encontré,
Todo aquello que siempre necesite,
En mi interior estabas Tú,
El dueño de mi vida… Jesús,
Autor: José Alvayero
Vasija de barro
Yo quiero que a mí me entierren
como a mis antepasados
en el vientre oscuro y fresco
de una vasija de barro.
Cuando la vida se pierda
tras una cortina de años
vivirán a flor de tiempo
amores y desengaños.
Arcilla cocida y dura,
alma de verdes collados.
Barro y sangre de mis hombres,
sol de mis antepasados.
De tí nací y a tí vuelvo,
arcilla, vaso de barro.
Con mi muerte yazgo en tí,
en tu polvo enamorado.
Autor: Gózalo Benite
Mira tu propio corazón
Mira en tu propio corazón
porque quien mira afuera
sueña,
pero quien mira adentro
se despierta.
Autor del poema: Jane Austen
El Corazón Roto
Demente está quien afirma
haber estado una hora enamorado,
mas no es que el amor así se desvanezca,
sino que, de hecho, en menos tiempo puede devorar.
¿Quién osará creerme si juro
haber sufrido un año de esta plaga?
¿Quién no se reiría de mí si yo dijera
que vi arder todo un día la pólvora de un frasco?
¡Ay, qué insignificante el corazón,
si llega a caer en manos del amor!
Cualquier otro pesar deja sitio
a otros pesares, y para sí reclama solo una parte.
Vienen hasta nosotros, pero a nosotros el Amor arrastra,
y, sin masticar, nos absorbe.
Por él, como por el infame hierro, tropas enteras caen.
Él es el esturión tirano; nuestros corazones, la morralla.
Si así no fue, ¿qué le sucedió
a mi corazón cuando te vi?
A la alcoba traje un corazón,
pero de ella emergí vacío, desolado.
Si contigo hubiera ido, sé
que a tu corazón el mío le habría enseñado
la compasión.
Pero, ¡ay!, Amor, de una herida lacerante la felicidad
se ha quebrado.
Más la Nada en Nada puede convertirse,
ni sitio alguno puede del todo vaciarse,
así, pues, pienso que aún posee mi pecho todos
esos fragmentos, aunque no estén reunidos.
Y ahora, como los espejos rotos muestran
cientos de rostros más menudos, así
los añicos de mi corazón pueden sentir agrado,
deseo y adoración,
pero después de tal Amor, jamás volverán a amar.
Autor del poema: desconocido.
No deje que termine la vida
“No dejes que termine sin haber crecido un poco,
sin haber sido un poco más feliz,
sin haber alimentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie
te quite el derecho de
expresarte que es casi un deber.
No abandones tus ansias de hacer de tu vida
algo extraordinario…
No dejes de creer que las palabras, la risa y la poesía
sí pueden cambiar el mundo…
Somos seres, humanos, llenos de pasión.
La vida es desierto y también es oasis.
Nos derriba, nos lastima, nos convierte en
Protagonistas de nuestra propia historia…
Pero no dejes nunca de soñar,
Porque sólo a través de sus sueños
Puede ser libre el hombre.
No caigas en el peor error, el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso.
No te resignes…
No traiciones tus creencias. Todos necesitamos
aceptación, pero no podemos remar en
contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.
Disfruta el pánico que provoca tener
la vida por delante…
Vívela intensamente,
sin mediocridades.
Piensa que en ti está el futuro y en
Enfrentar tu tarea con orgullo, impulso
y sin miedo.
Aprende de quienes pueden enseñarte…
No permitas que la vida
te pase por encima
sin que la vivas…”
Autor del poema: desconocido.
Los cielos cuenta la gloria de Dios
Los cielos cuentan la gloria
Y la majestad de Dios,
Haciendo de El memoria
Aunque no se oiga su voz.
El sol que tanta alegría
Da a toda la humanidad,
¿No nos muestra cada día
Su clemencia y su bondad?
La Ley de Dios es perfecta,
Que vuelve el alma hacia El,
Y la cambia en pura y recta
Aunque haya sido infiel.
Sus mandamientos son rectos,
Que alegran el corazón:
Y el que quiera obedecerlos
Hallará gran galardón.
Deseables más que el oro,
Señor, tus palabras son,
Pues no existe otro tesoro
Que dé tal satisfacción.
Son más dulces tus palabras
Que la miel al paladar,
Por eso yo quiero amarlas
Y ensalzarlas sin cesar.
Autor: salmista David
«Que me muero de amores.»
¡Que me cubra de besos con su boca porque me muero de amor!
Tus caricias embriagan más que el vino,
tu aroma es más intenso.
Tu fama es un perfume que se esparce
y enamora doncellas.
Arrástrame contigo, y correremos,
y llévame, rey mío, hasta tu alcoba.
Queremos festejarte, agasajarte,
ensalzando tu amor, mejor que el vino.
Con razón las doncellas se enamoran.
Sustentadme con pasas, confortadme con manzanas;
Porque estoy enferma de amor.
Autor: el rey Salomón
Mi Amado
Oíd a mi amado que llega
saltando y brincando
por montes y vegas,
igual que un cervato,
como una gacela;
se para detrás de la tapia,
detrás de la cerca,
mirando, espiando
ventanas y rejas.
Mi amado me canta:
Levanta, princesa,
y vente conmigo.
Pasó ya el invierno,
las lluvias se alejan;
florecen los campos:
es la primavera.
La tórtola arrulla,
verdea la higuera.
Levántate, amada,
huele, ya perfuman las cepas.
Paloma mía escondida
en los huecos de las peñas,
de barrancos y quebradas
en las grietas.
Déjame ver tu figura,
déjame escuchar tu voz:
¡cómo acaricia tu voz,
cómo encanta tu figura!
Autor: el rey salomon
Besos de tu boca
¡Oh, si él me besara con besos de su boca!
Porque mejores son tus amores que el vino.
A más del olor de tus suaves ungüentos,
Tu nombre es como ungüento derramado;
Por eso las doncellas te aman.
Atráeme; en pos de ti correremos.
¡Oh, si él me besara con besos de su boca!
El rey me ha metido en sus cámaras;
Nos gozaremos y alegraremos en ti;
Nos acordaremos de tus amores más que del vino;
Con razón te aman.
¡Oh, si él me besara con besos de su boca!.
Hazme saber, oh tú a quien ama mi alma,
Dónde apacientas, dónde sesteas al mediodía;
Pues ¿por qué había de estar yo como errante
Junto a los rebaños de tus compañeros?
¡Oh, si él me besara con besos de su boca!
Autor: el rey salomón
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