«Alianza para la muerte»
Dedicado al pueblo de Paraguay…
El día en que morí
Mi tierra murió conmigo
Esa tierra
Humilde de riquezas,
Fundadora de orgullo
Pionera de libertades
Las calles en guaraní
Los ríos obedientes
Y el saber campesino.
Tanta emancipación hizo picar oídos
Y un día
se alborotó la tierra
con tantos hombres sedientos
e invasores
Y en el sonido del llanto de un niño
llegó el eco del llanto de un hombre
que se escuchaba desde la selva
y desde los campitos prendidos fuegos.
Tanto lloraron
que el río corrió cinco años sin parar
Repartiendo las almas caídas
Y reflejando recuerdos en sus aguas coloradas.
Un avá me adelantó al final
Entre cañones y ballonetas me dijo que nunca íbamos a poder ser felices
En el refugio me arrodillé en el pasto
Me alimenté del frío
Y le pedí a la luna
Le pedí por mis hermanos y hermanas
Por mis abuelos
Por mis vecinos
Le pedí también por ellos
Por su irreparable traición
Y su desesperante envidia
de no poder soñar como pueblo libre
como lo soñamos nosotros algún día
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