Te levantas un día, y sin darte cuenta te has vuelto más fría; más de lo que eras claro. ¿Cuándo dejó de importarte e impresionarte los sentimientos ajenos? No lo sé.
Siento no complacer con mis lágrimas lo que a ti te hiere, pero lo que a ti te duele a mí me complace.
A veces es duro, porque llegados a este punto, no quiero empatía emocional negativa, tengo suficiente conmigo ¿No?
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