Aquello que la niña calla

Aquello que la niña calla

Sara Aguirre

15/10/2021

Una pequeña historia, que marca el inicio de los relatos melancólicos y deseos nostálgicos de una niña que trataba de ser madura.

CAPITULO I
                      

Ciertamente escuchamos a diario que los niños son los mas felices por jugar la mayor parte de su tiempo, generalmente son adultos y viejos que extrañan con anhelo volver a repetir la «feliz» época. 

Cuando pensamos en infancia llega a nuestra cabeza aquellas imágenes de los textos educativos donde los niños juegan felices, no pelean, simplemente gozan de ese momento, pero… que pasa en nuestra realidad, acaso son verdad estas ilustracionaciones o ideas utópicas acerca de esta etapa tan fugaz de la vida?.

Alrededor de los años 2000, mas específicamente desde el 2006, vivía una niña un tanto normal respecto a apariencia si se lo puede tomar así al cabello alborotado y contextura delgada. Su sonrisa fingía emociones escondidas en ella, pero Por qué lo hacia te preguntaras?, lastimosamente ella tampoco lo comprendía del todo, sabia que no tenia preocupaciones mas que el de ser regañada y golpeada por su padre. Pues eh ahí el motivo, para ella rondaba ese constante pensamiento «sonríe y trata de hacer lo menos que puedas tal vez asa tu padre deje de golpearte por tus tontearías».

Y bueno todos en la mente quizá se pregunten por la madre de aquella niña, pues ella simplemente estaba cegada por el amor y a la vez su constante miedo al abandono de su pareja. Como en toda pareja había problemas, sin embargo ellos lo volvieron algo constante y difícil de procesar para su pequeña hija.

A pesar de todos esos problemas esa pequeña niña trato de ser feliz a su manera, escondiéndose del miedo y fingiendo que no ah visto nada de lo que su madre y padre hacían constantemente. Pues ella simplemente iba a la escuela a sacar buenas notas, un 9 o 8 eran notas merecedoras de un correazo y castigos de una semana, con la falta de atención por parte de sus padres comenzó a resolver sus problemas por su cuenta, sus tareas y materias las tuvo que aprender sola, nunca encontró el apoyo de sus padres, la mayoría de niños en su escuela contaban anécdotas de como sus padres estaban constantemente enseñándoles las tablas de multiplicar. Con una risa en su cara y tristeza en su interior, felicitaba a sus compañeros por su progreso al igual como los maestros lo hacían con ella, aquellos maestros que pensaban que venia de una familia unida y perfecta que como resultado dio a aquella alumna aplicada y callada.

Nadie sabia lo que aquella niña guardaba en su interior, ella simplemente quería contar todo lo que pasaba dentro de su cabeza. Dentro de su mente se hallaban las memorias de mensajes de texto de otra mujer que no era su madre en el celular de su padre, el abandono mental de su madre para que su marido no la deje, la soledad en su casa al volver de la escuela y los constantes castigos que soportaba porque tenia en su mente que por ser niña no podía hacer absolutamente nada sin consentimiento propio.

Como podía una pequeña niña ser tan emocionalmente cerrada a tan corta edad? Todos los niños lloraban, reían, gritaban y hacían cosas que a ella simplemente le parecieron acciones que conllevarían a un castigo. Una pequeña bodega sucia y polvorienta era su guarida emocional, se sentía a salvo en ella, en el día entraban pequeños gatos por las paredes rotas de madera y pedían comida a la pequeña, ella temía que la descubrieran pero aun así lo hizo porque ese simple acto le trajo mas paz que en todos los años que llevaba de vida.

Cabe recalcar que para el padre parecía delito que su hija contraiga alguna enfermedad o que se sintiera mal por alguna cosa, por ejemplo: Un día se enfermo del estomago y no podía ingerir ningún alimento pero en caso que lo hiciera vomitaba al instante, el padre tomo una planta que aquí la llamamos «ortiga»( una planta que al contacto con la piel te genera la sensación de ser golpeado por puntas de agujas), a pesar de saber eso su madre no movió ni un solo dedo para frenar al esposo y permitió la atrocidad. 

Pasando el tiempo hubo muchos problemas, pues la madre por fin dio señales de recapacitar para el bienestar de su hija, dejo de lado los engaños de su marido pero eso no significo que se separara de el pues ya saben antiguamente se creía que el matrimonio era sagrado, estupideces para que un matrimonio disfuncional parezca perfecto a ojos del público. Cierto fin de semana la niña se encontraba sola jugando después de terminar tareas, corría y saltaba por la lavandería donde se hallaba un pequeño pozo con agua, lo suficiente para alcanzar la altura de aquella niña que aun no sabia nadar, en un descuido piso la tapa que sellaba el pozo y callo dentro de el, gritaba por ayuda mientras sentía que se desmayaba por las grandes cantidades de agua a su alrededor, se desvaneció pero sin antes sentir unas manos que la tomaron y salvaron de un destino que pudo resultar fatal. Su abuela había sido la heroína de esta historia, la niña despertó asustada por lo ocurrido y sus padres llegaron, y pues cualquier persona diría que se preocuparon por ella, cabe decir que la regañaron y insultaron por un accidente en la que ella pudo haber perdido la vida.

Cansada de sentirse sola la pequeña niña ahora quería un hermanito, quizá así podrían ser felices sus padres y ella…

Pero eso es parte de otro capitulo de esta enorme historia…….

Etiquetas: relato corto

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