CARABANCHEL Seguido de ARMARIO EN LA CUMBRE

CARABANCHEL Seguido de ARMARIO EN LA CUMBRE

Julius Mirlo

06/09/2021

Ilustración de Ignacio Galilea

Rubia
de bote sobre fondo negro
una
boca de Metro
en
medio de un monte
¿Qué
hay de nuevo, viejo?
curvado
horizonte
una
estatuilla
kitsch
tras la bola 8
le
lleva de exvoto
al
templo de Minerva
la
píldora dorada
vapor
de la tetera
que
al meollo señala
poste
barbero con luz
un
puesto de melones
y
sandías disociación
de
vecinos que miran
la
cúpula del trueno


Cada
forma de vida implicada en los asuntos de la ciudad, es decir, la
gente libre, se hace un aspecto de una idea acerca de un asunto cada
vez y al revés también. «Casa de dos abejas: sus pezones
oscuros» recita el verso bengalí. Hay dos infinitos al alcance
de su sensibilidad sesgada hacia el azul cloro. Sin embargo hasta la
persona en acción más pintada confunde ética y moral. Ejercitemos
el punto de control de la cabeza dentro de la cabeza, el encéfalo, a
través del movimiento armónico directo. Chute sufí. La autocensura
es mala para la salud: produce afasia. No queda masa gris donde
esconderse. Campos de patatas por siempre. Conocerás una opinión
por el argumento que le acompaña.

¿Qué hay detrás? Trabajo
¿Qué hay detrás del trabajo? Inspiración
¿Y
detrás de ese lábil centelleo?
El
color de tu aura.
Detrás
cuanto lleva en la mochila
mientras
sube y baja el efecto
de
este columpio para adultos
y
se corre al rojo la diagonal
y
se muda ante un viento boreal
y
oscila entre un calor y un frío.
Se
contrae, espiga, dilata y cruje
abeja
dentro de un agujero
caja
de resonancia ukelele
que
hace vibrar sus alas las cuerdas.
La
inversa del cuadrado es verde.
Instante
que vence en diez segundos
pabellón
de reflejos en el lago.
Tiene
prisa por tomar un ascensor
el
rostro impagable del casero.
No
comas con las manos,
no
apoyes los codos en la mesa,
no
te encorves ante el plato,
tan
decorativo y deportivo
como
aquel Aquiles y la tortuga.
Viene
el estribillo:
esa
no es mi taza de té
ese
no es mi satélite
¿»Eso»
condiciona todo el resto? La sombra fractal de la potencia del
lenguaje en un arrecife de coral donde bucear a pleno pulmón en
paralelo a un banco de peces, donde descubres que toda tu piel
respira. Antes se creía en una falta de sentido que se compensaba
con una serie de actos que superaban la atracción por el abismo para
llegar al otro lado donde «alguien» te abrazaba con una
toalla. Una ilusión romántica nacida de una ilustración
insatisfecha.
En
el pozo y el péndulo de Allan Poe «el sonido de las voces
inquisidoras pareció fundirse en un murmullo impreciso y somnoliento
que me trajo a la memoria la idea de revolución, quizá porque mi
imaginación lo asoció con una rueda de molino».
Desconozco
el caso.
El
éxito del socorrista se debió al boca a boca.
ARMARIO
EN LA CUMBRE.A compleja vista los biólogos/ en ascenso al limbo/ de
un bosque primario/ en ayuda al ya desayunado/ adiestrando las
corvas/ parece que te llevan a la ruina/ redonda más cercana/
granulada por la biosfera/ ojos de origen ultravioleta/ desde el pez
hasta el oso panda/ pero en realidad a donde nos llevan/ es al
armario allá en la cumbre/. Tiro por el encanto de en medio/ y un
espejo de cuerpo entero/ envuelto en vaho de gigante verde/
apergamina la ruta del tucán/ El paisaje translúcido de gasa/
espiralado hacia el cenit/ en la función paralela de un riel/
descubierto de hojas recién caídas/ de un pubis silvestre color
lila/. Fondeamos un crujido intemporal/ a lo lejos hay una palangana/
un bolígrafo curvado por el sol/ rubrica un autógrafo de Helio.

Escrito por Julius Mirlo con la ilustración de Ignacio Galilea

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