Prohibido quejarse o tener nostalgia no debes mostrar tu corazón.
Estas triste por saber que no hay finales
No existes, más que para uno.
Entristecida la lluvia no te condena
No puede afectar tu mente
Deberías dejar de soñar con castillos
Palacios vacíos de hombres
Piensas en los desiertos habitados por ti
Esclavizada por tradición
Siento que los días son pocos y rápidos,
escapan de mi entusiasmo.
Has ido riendo a la torre cuadrada,
te sientes triste y radiante.
No existes para muchos, estás vacía,
tienes que demostrar ser digna.
A algunas las enseñan a dividir,
a otras a silenciar discretamente.
En medio del tumulto de voces rosadas,
ninguna forma es correcta.
Voz sonido de vidrio roto interroga
juega, aprende a conversar.
Es la hora en la que debería estar
acostada sigo despierta.
Platos sucios y un tagine de cordero
mi cena diurna, deliciosa.
Vi más personas que otros días paseando,
es templada noche de viernes.
Sin velas y ceremonia, solo poemas,
palabras estériles, propias.
Mi Shabbat es mi no Shabbat, una reflexión
sobre la vacuidad mundana.
Arrastrada escribí sonetos para mi
endecasílabos páganos.
Una palabra, espacio, raya, coma
meterla al poema rosa.
Menos sufrimiento, más amor solicitan
nada recibirán pequeños.
Tus ojos se nublan esta tarde, aquí
donde inventas payasadas.
Contengo suavemente estas emociones
provocadas por ser tan terca.
Basta un momento para que todo cambie
y anule toda mi historia
He pensado que nada puede ser posible
sin un corazón renovado.
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