Yo soy el hijo pródigo de la madrugada. Experto en el arte del sonambulismo, víctima crónica del insomnio. Cuando cierro los ojos, sólo dos cosas pueden suceder; parálisis o sueño lúcido. De la estirpe abandonada por Morfeo vengo, y bajo nubes púrpuras mis lágrimas derramo, al llevar las flores a la tumba de mi padre.
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