El dolor, la impotencia y el sentirme de nuevo en el asiento del que no es escuchado. Me consumieron, me habitaron y entonces la rabia y el coraje hablaron por mi, gritando con esa voz muda toda la tristeza de no poder entender ese coincidir sin ser.
Lo siento, jamas podria lastimarte. Lo siento tanto, no hay justificación, no hay razón, solo fue mi agonía despertando.
Ahora tiro los fusiles. Me rindo ante cualquier enfrentamiento, no tengo fuerzas, no tengo aliento. Haz lo que tu debas hacer, esta lucha la has ganado.
Nada tiene mayor precio que un alma ligera, no fui capaz ni un solo día de andarme por ahí sin pensarte, nada núnca ha tenido mayor valor que un espiritú autentico, que se alimenta de luz y paz.
Lo siento, lo siento tanto ojala existiera un modo de decirte, de hacerte ver cuanto lo lamento. Ojalá hubiera una brecha en el espacio para todas esas cosas que quisieramos borrar, para todas esas ilusiones que quisieramos alcanzar. Ojalá … en un sueño exista un universo donde tal vez todo pudiera cambiar.
Lo siento… ahora solo habla a susurros, a hurtadillas una mujer arrepentida, que reconoce su dolor, que permitio que el sentirse lastimada gobernara su actuar. La tristeza de imaginar un final, un núnca más nublo mi pensar.
Te envio mis disculpas, toda la añoranza que me queda y todo el amor sincero que siempre tuve para ti. Hasta siempre mi cielo.
Lo siento…
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