He caminado por horas sin rumbo alguno, la noche casi llega y aún no se quien soy, han pasado días, semanas, meses, y sigo sin descifrar que soy, en que me he convertido, me estoy secando y eso muy en el fondo no me agrada, mi propia voluntad me ayuda en el intento de no verme perecer, aunque en ocasiones me elevo tanto alto, tan rápido, que invensible me siento ante la inmensidad de la vida, ¿vale la pena lo que estoy haciendo hasta este día de mi vida 7-2-21?
¿me arrepentiré?
Mi humilde ser me pide escapar, no mirar atrás jamás, mantener mi respiración junto al río y descansar.
Y de nuevo intentar abrir los ojos para observarte por última vez, verte caminar y hundirme en mis pensamientos con la idea de jamas regresar, me siento tan miserable que por el momento toda acción me parece inútil y sin sinsentido alguno, pensé en recuperarme, pensé en que debería ser igual y no dejarme transformar por lo que sucediera, pero ya no quedaba nada de mi, todo era un vacío perpetuo, nada logra hacer un cambio, ¿cómo es esto posible? Acaso me puede regresar al menos el gusto por comer y dormir, me obligo a tantas cosas que dudo que valga la pena, podría morir y nada cambiaría, podría hacer mil y un cosas, podría no hacer nada o podría quedarme aquí sentado frente al escritorio fumando y siendo parte de mis libros, de mis escritos, de mis libretas de mi soledad, de mi mismo.
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