El aljibe, Luciano Pregot

En las entrañas de la ciudad -sin saberlo-, se camina sobre tumbas de la época de la “Córdoba colonial”. Cementerios enteros ocultos bajo las veredas: miles de huesos entre la tierra pavimentada que compone el casco histórico de la ciudad; olvidados, cubiertos de cemento, donde también se encuentran bóvedas, cisternas, túneles, viejas tuberías y aljibes.

Lucio ¡¡Ma!! ¿Ya tomaste el colectivo? ¿En qué horario conseguiste?

Mariana ¡Hola hijo! Tomé el de las 22:00, capaz llegue a la mañana temprano a Córdoba. Odio viajar de noche, viste que en general los accidentes ocurren en estos horarios

Tranquila Ma, no va ocurrir nada de eso…

¡Gracias por el consuelo!

No, de nada Ma! Y ¿cómo te fue en Mendoza?

¡¡Hermoso!! No sabes los lugares tan lindos que hay!!! Fui, al cañón del Atuel, al puente del inca — Hice snowboard en las leñas, me caí varias veces jejeje. También fui a relajarme en las termas de Cacheuta y por supuesto visité varios de sus viñedos… degusté cada vino —

Me alegra mucho por vos Ma! Lo pasaste de maravilla, aunque espero que el colectivo no demore tanto en llegar…

¿¿Pasa algo??

No sé si te acordás cuando vinieron esos obreros para arreglar el caño que está en el patio y encontraron esos restos que al parecer, era un aljibe antiguo…

Sí, me acuerdo ¿qué tiene?

Bueno, me quedé pesando y estuve investigando en Google y averigüé que son construcciones muy antiguas, más o menos de la época colonial y que a veces, no eran para sacar agua si no que arrojaban cadáveres. Mirá si por romperlo liberarnos algo (・_・)

¿Algo como qué?

Algo que debía permanecer ahí (+_+)

¡Ay hijo! Estas viendo muchas películas y te está afectando la mente! Si te vas poner esas ideas, no te voy dejar ver pelis nunca más!

Bueno tal vez tengas razón, estoy exagerando un poco…

Es que tengo razón, anda cenar y después descansa un poco, ¿te parece hijo?

Bueno mamá…

Eran las 23:30, Lucio se estaba cepillando los dientes, entonces miro al espejo y vio que alguien estaba detrás de él. Tenía la apariencia de un indio, pero con un aura espectral. Giró a tal velocidad que casi rompe el espejo, pero la figura ya no estaba.

Lucio ¡Mamá! ¡Mamá! ¡¿estás?!

Mariana ¡Sí! Me estaba durmiendo, ¿pasó algo?

¡¡Vi a alguien en el baño, estaba detrás de mi cuando me cepillaba los dientes, tenía la apariencia de un indio!!

¿Qué? ¡Ay hijo! eso es a lo que me refería cuando ves o lees alguna tontería

¡¡Mamá te lo juro!! No me lo imaginé, estaba detrás de mí y cuando gire ya no estaba.

Basta!!! Te lo estas imaginando todo y si seguís con esto cuando vuelva a casa te aseguró que no vas a ver más pelis! incluso te voy a cortar internet así terminás con las tonterías. Este tema se corta acá, no me mandes más whatsapp! Estás advertido — Andate a dormir!

Está bien mamá, pero estoy seguro de lo que vi.

Lucio estaba en su dormitorio caminando de un lado a otro pensando una explicación para lo que había visto. Tal vez su madre tenía razón. Por ver o leer esas cosas, un miedo irracional lo envolvió y todo era producto de su imaginación; sin embargo empezó a oír unos ruidos que venían de atrás de la puerta. Eran pasos, no uno, sino varios, como si estuvieran amontonándose poco a poco en su puerta.

Lo invadió el terror, se metió en la cama y se cubrió con sus frazadas hasta la cabeza, estaba muerto de miedo. La puerta empezó a abrirse lentamente, Lucio empezó a repetir: “no es nada, no es nada, es producto de mi imaginación”, a la vez que se persignaba; entonces hubo un súbito silencio, de tal manera que solamente su respiración y latidos se escuchaban. Empezó a bajar muy despacio la frazada que aun cubría su rostro, miró alrededor y sus ojos se le salieron fuera de órbita, también un grito de horror le salió.

Estaba rodeado de varias figuras espectrales que tenían la apariencia de indios, esclavos negros, personas vestidas de la época colonial. Había algo que todos tenían en común: en sus cuerpos padecían cicatrices, ampollas y erupciones; otros también tenían horribles protuberancias en el rostro, como si hubieran sufrido una muerte causada por una peste. La luz de la habitación parpadeaba mientras se le acercaban más, Lucio gritaba horrorizado pidiendo ayuda, pero no podía escarpase, estaba rodeado. Finalmente, la luz se apagó y sus gritos se fueron desvaneciendo en la profunda oscuridad.

Mariana se despierta abruptamente en el colectivo por una pesadilla. Tan real que transpiró toda su espalda y enojada se dijo así misma: “Ay estas historias de Lucio me hicieron tener pesadillas, ojalá fuera cierto el sueño y se llevaron los muertos al niño ese”, enseguida, Mariana, se arrepintió de sus dichos y para asegurarse de que todo estaba bien, le mando un whatsapp a Lucio. Desbloqueo su celular, comenzó escribir el mensaje que decía: “Hola hijo, perdón por la hora, pero quería saber cómo está todo en casa”; sin embargo, recapacitó que era todo producto de la pesadilla y tal vez se estaba preocupando en vano, así que cancelo el mensaje y se fijó la última conexión de Lucio, se enfadó y dijo: “Ja, yo aquí preocupándome y el señor acostándose a las 3:33”.

Llegando a la terminal por la mañana y muy cansada por el viaje, Mariana toma un taxi, saca su celular para avisarle a Lucio.

Mariana Buenos días hijo!! Ya estoy en Córdoba. Voy camino a casa, tome un taxi, llego en una media hora. ¡Te llevo unos regalos! Aunque no se si te los merezcas..

Lucio “ultima conexión 3:33 am”

Mariana llegó a la casa, llamaba a Lucio para que la ayudara a sacar el equipaje del taxi, pero él no le respondió. “Seguro debe estar dormido el señor”. Sacó su llave para entrar y una vez adentro, lo siguió llamando… No había señales de Lucio. Entró a su habitación, había un olor asqueroso, las sabanas estaban llenas manchas con formas como de manos y en el piso había huellas. Empezó a seguirlas, cruzaban por toda la casa y finalmente, terminaban en el patio donde estaba ese aljibe, antes ser demolido por los obreros. Desde ese día Lucio desapareció.

Etiquetas: misterio terror

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