En una maravillosa noche azulada con la luna llena, se reflejaba en las nubes los brillos de una constelación ártica que presenciaba a una niña caminando por la orilla de una playa. La niña portaba un vestido azul con rosas que templaban la calma del infinito mundo que nos aguarda. 

A lo largo de las millas caminaba un hombre con la cabeza en alto, no podía ver su rostro, mucho menos sus manos. Cuando estaba a solo unos metros de la niña del vestido azul con rosas se detuvo, la miraba con una tranquilidad y en un momento determinado se saco la capucha, solo pude ver la parte de atrás de su cabello; lamentablemente mi madre me descubrió y tuve que ir a mimir.

¿ Que habrá pasado?, ¿ El señor habrá hablado con la niña?, ¿ La niña sabría que vendría alguien? o ¿ El señor solo siguió su camino?. No lo se. Pudo haber pasado cualquier cosa porque hay un millón de posibilidades en nuestras vidas y no solo una. 

Etiquetas: azul exterior noche

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS