BORRADOR
¿Qué escándalo es este?
Tenemos a la humanidad enfrentándose a algo desconocido, pero al fin esperado, imaginado. Vivíamos pensando y fantaseando con el fin del mundo. Volvimos a ser primitivos en muchas cosas, nos quedan promesas que se hallan en pausa por el aislamiento en casa.Sociedades industriales, reducción de poblaciones, extinción de especies, economías desplomadas, naturalezas inundadas, civilizaciones tecnológicas.
Misterios de la evolución, cosas que me cuestan creer, huecos y controversias, urgencias que se asemejan al odio.
Emociones fuertes, convocatorias en marcha, cosas en llamas.
Me he sentido más de una vez obligada a preguntar ¿Qué escándalo es este?, la imagen soñada del futuro 2020 tiene muchas formas, una de ellas era el fin del mundo o alguna tragedia.
Realmente de esto ¿qué nos sorprende? si fuimos nosotros los que hace rato nos habíamos puesto fecha de vencimiento, para eso nunca tuvimos parálisis en la imaginación.
Historias casi extintas, me empecé a divertir, mi imaginación cada día encuentra estabilidad, pero me puse a pensar… comienzos del 2000 estos eran años críticos, aún no teníamos certeza de muchas cosas, hoy 2020 estamos en la búsqueda de la cura de una enfermedad. ¿Tal vez no podemos volver a vernos?
Está bien, pero tendríamos que evaluar alumbrar los caminos que llevan a la solidaridad, ¡sí, totalmente!.
Causas comunes, historias recientes, esto es una pesadilla. ¿Hospitalidad? en realidad somos los seres humanos los que tratamos a la naturaleza como huéspedes.
Realidades modificadas, capacidades seleccionadas, ¿desalojar o no desalojar? veo un futuro complejo, nuestro pasado y presente nos dividió.
Controversias que quedan pequeñas, personas enceguecidas, momentos de alborotos, la vida diaria te hizo sentir viajero. Sucesos inquietantes que hacen que los pensadores manifiesten poca capacidad de actuar. Asuntos diarios de pandemia, rigor que se siente mientras buscamos la cura, debemos ir pensando en vivir con otras arquitecturas.
«Soy malísima con las plantas, pero pensé en regarlas». ¿Estamos muriendo o volviendo a nacer? intento debatir, son momentos para equilibrar. La vida silvestre toma su paso, ¿habrá en ella nuevas imágenes? evidentemente tenemos que incorporarnos, hacernos preguntas. ¿La naturaleza reclama su espacio? somos seres que carecemos de algunos sentidos debemos intentar seguir innovando. Aunque eso es un progreso que veo nulo, seco, la realidad me atraviesa porque hay mucho desperdicio, las personas nos detenemos ante las contradicciones pero no ante las precisas demostraciones de nuestro universo.
Mientras tanto yo…
Ya he anunciado algunos cuestionamientos. Extraño caminar tranquila, sin que me haga falta revisar como estoy vestida, extraño que me saluden sin conocerme y que también quieran sonreír al verme. Viejas costumbres….
La seguridad tambalea, las horas están temibles. Ágilmente el pasado no hizo pensar en las razones de algunas de nuestras conductas. Normas trabajadas que continúan esperando, estamos siendo parte de un nuevo proceso.
En cuanto a la duración, está dependerá del contenido, de equivocarnos, esperar que pase, de los profesionales, del ejercicio y el papel de la solidaridad del pueblo. ¿Cómo les fue hoy? me parece que de repente llego el momento de acomodarnos con el tiempo.
Retomando… salvo las elecciones, nos hemos vuelto personas que no resuelven y con naturaleza reducida. Volviendo a este aspecto, hace falta acción, pero antes sacar lo que no nos sirve. Invito a la reflexión ¿pero cómo lo hacemos?, desocupando camillas, acercándonos a nuestras mesas, hablando, liberando nuestros oídos si están aturdidos.
Hoy estamos todos presenciando la misma película en todo momento. La historia de la humanidad no envejece nunca, soluciones hay ¡La limpieza siempre está al rescate!, ¿por qué?, porque sin ella parecemos muertos y eso no es una ciencia.
Recuérdenme que no debo acudir a visitar a nadie, siempre y cuando no deba asistirlo de urgencia. Hay muchos number one, y poca comprensión, tal parece que hay quienes toman el impulso de salir de su hogar, motivados por la mala información, por el poco conocimiento.
Por desgracia en la oscuridad escucho, que no hay nada que temer. ¿De veras sientes eso?
Porque yo veo adicciones tecnológicas, satélites artificiales, y la lista sigue creciendo, en otras cuestiones nos atrasamos millones de años.«Pero tranquilos…» aunque a decir verdad ¿quién no experimentó el pánico?
Estaremos como muchos en contacto telefónico, hay que dar más noticias. Mientras que algunas políticas en el mundo están alarmantes otras están muy interesadas en transformarse. Responsabilidad y disciplina: nada es nuestro.
Las noticias ahora tomaron el control mientras los mercados se han reducido violentamente, estas tienen el rol comercial, la gente luego no concilia el sueño.
El mundo nos colecciona, nos observa y luego castiga.
«Coronavirus, quisiera que te marcharas», yo también he pensado en eso.
Ah, ya comprendo ¿qué sucedería si todo se apagara? exigimos mucho pero nuestro mundo siempre fue maravilloso, espectáculo del espacio, llegamos tarde cada vez que pensamos en reparar algo.
Tamara Soledad Cuello.

Etiquetas: coronavirus covid

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