Mientras los taladros drone de la sonda Julius perforaban la cabeza del cometa, los de la otra sonda, la Verne, escaneaban al milímetro su dantesca cola descubriendo que oculta en ella se hallaba una enorme estructura no terrestre de 8 kilómetros de longitud. Ojalá no se les hubiera ordenado investigar este misterioso objeto. Ojalá.
Seguir leyendo
6
1