La cabeza me dolía, las manos me sudaban, el corazón no dejaba palpitar rápidamente, el enojo no paraba de aumentar, o me tranquilizaba o sucumbía ante él.
¿Dónde viven las emociones? ¿Tienen una casita en el corazón y conviven todas juntas? ¿O quizá ahí solo vive el amor? ¿Vive el miedo en el estómago que da un vuelco cuando nos asustamos? ¿O la rabia en la mandíbula que se aprieta cuando nos enfadamos? ¿Tus emociones viven en el mismo sitio que las mías?...