Por qué si no ahora me crece la culpa de saber que en algún momento el tablero y todas sus piezas fueron a dar a una caja y allí en esa caja se quedaron ocultos nuestros pensamientos que animaron ese ejército blanco y ese ejército negro licenciados y que una espera envejeció en vano para...
Ignoro si tras todos estos años de alejamiento he sido como ese modesto peón que corona en la última línea y se convierte por fin en lo que quiso ser. En el azaroso juego de la vida no hay reglas escritas y las que porfían en estarlo se incumplen. Todo lo que puedo hacer ahora...
Aquel día volví a tu casa. Compré un lápiz. Hace años no habría lápices para vender en esa habitación, hace años sólo estábamos tú y yo. Y lo recordé, recordé cómo se sentía al bajar del autobús. No había tiempo para ir a casa a cambiar el uniforme porque simplemente queríamos llegar a jugar, cómo...
Un hombre debe distraer a su hijo luego de que un evento horripilante ocurre, intentando solucionar todo a sus espaldas y soportando su propio duelo con una sonrisa en la cara.
Y así uno tras otro rondan los desconcertantes recuerdos de mi niñez. Platos incomibles de los que no podía levantarme de la mesa sin terminarlos y me libraba con el fácil pero muy precario recurso de arrojar la comida al suelo en la cocina solitaria, exámenes desaprobados que hacía firmar en el último instante antes...
Francisco es un niño que vive con su familia en el campo. Su padre siembra mazorcas pero nunca crece su fruto. Francisco lo ve triste y agotado y decide ayudarlo pidiendo una ayuda muy especial.
Hijo del desamparo, que vives andando. No tienes destino, ni siquiera rumbo. Que tus manos sucias no me toquen si te doy una moneda, si no ando apurado. Te pido que te comportes, aunque no te han educado. ¿Qué has de de esperar de la vida? ¿Siempre vivirás andando sin rumbo? ¿Qué hare yo cuando...
Tengo muy pocos recuerdos de mi niñez, es por eso que cuando llegan a mi los atesoro. Este es uno de los primeros recuerdos que tengo y a pesar del tiempo recuerdo cada detalle.
Un regalo de la infancia. Una presencia perturbadora intrigando en el dormitorio desde las alturas. ¿O parte de un temor intentado emerger de lo mas oscuro de la mente?