Hay quienes se cambian de calle, ciudad, país, e incluso de continente; yo, me mudaré de planeta. Huiré a buscar otras lunas sin título nobiliario. Para tal propósito me untaré saliva atrás de ambas orejas, tomaré doscientos mililitros de jugo de arándanos y diré las palabras mágicas: “Yo, Reinaldo, transportarme quiero al universo de Lil”....
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