Durante milenios un espejo ha representado un objeto místico para ir al pasado, consultar el futuro o conocer la verdad. Tal vez de ahí viene esa antigua creencia de que romper un espejo traerá siete años de mala suerte para la desafortunada persona a quien le ocurra tan lamentable accidente. Yo no rompí ningún espejo,...
Creo que me excedí. Al final, no quiero tirar todo a la basura. Hay cosas que quiero conservar, las más significativas. Así que decido quedarme con una de las cajas, ahí he salvado del basurero todos los recuerdos valiosos. Mi caja de pandora. Cuando te abra en un futuro lejano, ¿me seguirás doliendo o simplemente...
Allí estaba ella, otra vez. Acostada en el sofá, mirando la luna tras la ventana. Y en la radio, aquella maldita lista de reproducción que tantos momentos le recordaba. No tenía más que un parque enfrente, pero ella se imaginaba todo, la niebla y los bosques, también. Hubo un día en que soñó que aquella...
Yo, que deseo encontrarte hasta en el más etéreo entierro, me adentro en ese lugar que ya conoces, en el que los muertos balbucean con las estatuas de sus sepulcros. Ellos, amedrentados, yacen pálidos, sus recuerdos lánguidos, porque, a diferencia de mí, sus reacios corazones no pueden reanimarlos.
Es un breve poema dedicado a mis dos hijos, mi hijo mayor y mi niña que ya me dió mi primer nieto, en ocasión de cumplirse un año de sus partidas al Perú.